El Ecuador y Julián Assange están decididos a buscar el apoyo de América Latina para ablandar la dura postura del Reino Unido frente al asilo.
La jornada de ayer fue clave en ese objetivo. En sus respectivos andariveles, el gobierno de Rafael Correa y el fundador de Wikileaks dieron un nuevo paso en busca de apoyo continental.
El primero en avanzar en esa estrategia fue el Régimen ecuatoriano, al ser anfitrión de sendas reuniones de la Alba y la Unasur, que forman parte de la OEA.
Guayaquil fue la sede de ambos encuentros, cuyo eje central fue el caso Assange. La primera fue la noche del sábado, en que representantes de la Alba expresaron su respaldo al país.
En esencia, el bloque rechazó la advertencia del Reino Unido de ingresar a la Embajada ecuatoriana, para arrestar a Assange y expresó su apoyo al asilo concedido al creador de Wikileaks.
“Ratificamos nuestro respaldo categórico al derecho soberano del Gobierno del Ecuador de otorgar asilo diplomático al ciudadano Julián Assange”.
En la práctica, ese es el punto que más interesa en la actualidad al Gobierno de Ecuador y al ‘hacker’ australiano, ya que el canciller británico William Hague dio marcha atrás en esa advertencia.
Más aun cuando el Jefe de la diplomacia británica fue “reprendido” casa adentro.
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En esa estrategia, el siguiente paso fue buscar el apoyo del bloque sudamericano. Cancilleres y vicecancilleres de los 12 países del bloque se citaron la tarde de ayer en Guayaquil, también para tratar el tema Assange.
Luego de su cita, el bloque sudamericano expresó su apoyo al asilo diplomático concedido a Assange. A través de un comunicado, rechazó las advertencias y defendió el derecho soberano de los Estados de conceder protección a personas perseguidas.
En la estrategia de Ecuador, el apoyo de los bloques de la Alba y de la Unasur son los dos escalones previos antes de buscar el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Ese espacio multilateral luce menos favorable para la iniciativa de Ecuador y de Assange. La razón: Estados Unidos, Canadá y Trinidad y Tobago ya se opusieron el viernes a que el tema sea tratado en una cita extraordinaria de cancilleres, que finalmente sí se realizará el viernes.
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Assange y la OEA
En su esperada aparición de ayer en el balcón de la Embajada ecuatoriana en Londres, el ‘hacker’ australiano envió un guiño a los países de América Latina.
En su breve discurso de apenas 10 minutos, interrumpido por los gritos de sus seguidores, Assange no solo se limitó a agradecer el asilo al gobierno de Correa.
También se refirió a la reunión que el organismo hemisférico “Quiero dar las gracias a los gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua, Perú, Venezuela y a todos los demás países de América Latina que han salido en defensa del derecho de asilo”, dijo Assange.
Esas expresiones del creador de Wikileaks estuvieron más relacionadas a la negativa del Reino Unido de concederle el salvoconducto, antes que a la amenaza de ingresar a la legación nacional.
De hecho, después de su intervención, su abogado, el juez español Baltasar Garzón, dijo que espera una “respuesta formal” británica a la petición de salvoconducto para que su defendido pueda salir del Reino Unido.
“Para obtener el salvoconducto, lo primero que se tiene que producir es una respuesta formal por parte del Gobierno británico, estamos esperando que esto se produzca, y el siguiente paso tiene que ser del Gobierno ecuatoriano”, dijo Garzón, fuera de la Embajada ecuatoriana en Londres.
Pese a que el salvoconducto es la prioridad de Assange, Baltasar Garzón dejó abierta una puerta a la negociación. Dijo que su cliente está dispuesto a responder ante la Justicia sueca, si es que hay la garantía de no ser extraditado a un tercer país.