El Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU condenó hoy con una resolución votada por una aplastante mayoría “las violaciones extendidas, sistemáticas y flagrantes” de los derechos humanos y las libertades fundamentales en Siria por las autoridades de Damasco.
La resolución fue aprobada por 37 votos a favor, 6 abstenciones y 4 votos en contra, el de Cuba, Ecuador, Rusia y China.
La sesión extraordinaria del Consejo sobre la situación de los derechos humanos en Siria, la tercera en siete meses, fue convocada a la luz de un informe abrumador publicado el lunes por la comisión de investigación internacional comisionada por esta instancia.
La resolución decidió igualmente “transmitir” el informe de la comisión de investigación internacional al Secretario General de ONU en vistas de una “acción apropiada” y “recomienda que las principales organizaciones de la ONU tomen conocimiento del informe”.
La referencia explícita a la Asamblea General de la ONU y al Consejo de Seguridad fue retirada del proyecto de resolución inicial.
La resolución pide igualmente la creación de un mandato del Relator Especial para los Derechos Humanos en Siria.
El texto condena también las ejecuciones arbitrarias, el asesinato y la persecución de manifestantes y defensores de derechos humanos y periodistas, las detenciones arbitrarias, la tortura y los maltratos incluso de los niños.
Al hablar al inicio de la sesión, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, había indicado que desde el mes de marzo más de 4 000 personas murieron por la violencia en Siria, entre ellas 307 niños.
Decenas de miles de personas fueron detenidas y más de 14 000 personas están detenidas en relación con la represión. Al menos 12 400 personas se refugiaron en los países vecinos, dijo.
“La represión brutal” de las autoridades sirias, “si no le ponemos fin ahora” puede hundir al país “en una guerra civil total”, advirtió Pillay.
Habida cuenta del “fracaso manifiesto” de las autoridades sirias “en proteger a sus ciudadanos”, la comunidad internacional debe “tomar medidas urgentes y eficaces para proteger al pueblo sirio”, había dicho Pillay.