El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo hoy que su país no se involucrará en las estrategias que tome el gobierno colombiano “para alcanzar la paz con los grupos subversivos” y señaló que la OEA y la UNASUR “deben estar listos” para apoyar ese proceso si Colombia considera vital esa intervención.
Correa agregó que los diálogos de paz son una de las “noticias más felices” de las últimas décadas para la región y espera ver “una luz al final del túnel para que se acabe esa guerra fratricida” sobre la que dijo que el costo más doloroso de la misma, ha sido “el sufrimiento humano en ambas partes de nuestras fronteras”.
El mandatario ecuatoriano consideró que en el siglo actual “ya no hay lugar para hacer política con la violencia” y que en América Latina se está hablando de que las balas “ahora son los votos y sus soldados son los ciudadanos”.
Reiteró que la violencia ya no contribuye a derrotar la pobreza “sino a exacerbarla”. En un diálogo con el programa “Hablemos de Paz” de la televisión colombiana, conducido por el juez español Baltasar Garzón y reseñado en el portal “El Ciudadano” de Ecuador, Correa se congratuló por la marcha de los diálogos de pacificación. Sobre la eventualidad de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FRAC) pasen a la vida política, comentó que deberían hacerlo “con planteamientos y propuestas que convenzan a los electores”.
Ecuador ha vivido muy de cerca el conflicto armado en Colombia y su frontera no ha estado libre de esa confrontación, que provocó en el 2008 un rompimiento de dos años de las relaciones diplomáticas entre los dos países. Fue por la incursión del ejército colombiano a territorio de Ecuador para atacar un campamento de las FARC, en donde murió el jefe guerrillero alias “Raúl Reyes”.