Ana Albán, la embajador ecuatoriana en Londres, leyó una declaración a propósito de la solicitud de asilo de Julian Assange en la que dice que el Ecuador tiene una “antigua y bien establecida tradición de apoyo a los derechos humanos”, pero añadió que no está entre las intenciones del Gobierno ecuatoriano “interferir con los procesos tanto de los gobiernos de Inglaterra y de Suecia”. Así lo informa el diario inglés The Guardian.
Según la declaración, el gobierno del Ecuador quiere llegar a una solución al tema de Assange en conjunto con Inglaterra.
“Esta mañana he tenido una reunión con el representante del gobierno de Inglaterra para discutir la solicitud del señor Assange para asilo político. Las discusiones han sido cordiales y constructivas”.
Agregó que saluda “la declaración del gobierno de Inglaterra de la noche de ayer en la que dice que ese gobierno está dispuesto a trabajar con el gobierno ecuatoriano para encontrar una solución”.
Manifestó que aprovechó la oportunidad “para explicar que la decisión de Assange de pedir asilo será analizada por el Ministerio de Relaciones Exteriores en Quito y será considerada dentro de la vieja y bien establecida tradición de respeto a los derechos humanos”.
También dijo que ha hecho énfasis “al gobierno de Inglaterra de que no ha sido intención del gobierno ecuatoriano de interferir con los procesos que se llevan en ese país así como en el de Suecia”.
La declaración termina con la afirmación de Albán de que ha dejado en claro que está dispuesta a reunirse con los representantes ingleses en cualquier momento para encontrar una solución justa al problema.
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En Quito. Un grupo de personas apoyó esta mañana en el asilo político a Julian Assange en la Plaza Grande, frente al Palacio Presidencia. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO
Un portavoz del Ministerio británico de Exteriores, consultado por Efe, confirmó que se produjo una reunión con representantes ecuatorianos, pero dijo que no harán comentarios sobre un encuentro que calificó de “privado”.
Julian Assange, fundador de WikiLeaks, se refugió ayer en la embajada ecuatoriana en Londres para pedir asilo político a ese país en base a la declaración universal de derechos humanos de la ONU.
Su intención es evitar su inminente extradición a Suecia, donde es reclamado por unos delitos sexuales que él niega, después de que su entrega fuese autorizada la semana pasada por el Tribunal Supremo, máxima instancia judicial británica.
Scotland Yard advirtió hoy de que, al pasar la noche en la embajada ecuatoriana, el periodista y “exhacker” australiano ha violado las condiciones de su arresto domiciliario en el Reino Unido, ya que estaba obligado a permanecer en un lugar determinado entre las 21.00 y las 07.00 GMT, y por ello podría ser detenido.
El Gobierno británico ha señalado que colaborará con las autoridades ecuatorianas para resolver la situación “cuanto antes”, al tiempo que ha recordado que Assange está ahora en “territorio diplomático” y, por tanto, “fuera del alcance de la policía”.
El fundador de WikiLeaks ha alegado “persecución” en su contra para reclamar asilo a Ecuador y niega los abusos sexuales y violación de los que es sospechoso en Suecia.
WikiLeaks divulgó desde 2010 miles de cables diplomáticos confidenciales que airearon métodos y prácticas cuestionables de muchos gobiernos y que avergonzaron especialmente a Estados Unidos.
El periodista australiano ha luchado desde que fue detenido en diciembre de 2010 en Londres por evitar su extradición a Suecia porque teme que pueda ser entregado a Estados Unidos y juzgado por traición, lo que podría acarrear pena de muerte.
En vez de refugiarse en la embajada ecuatoriana, se esperaba que Assange recurriese ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo antes de que, a partir del 28 de junio, pudiese ser extraditado a Suecia, como dictaminó la semana pasada la Corte Suprema británica.