La diplomacia ecuatoriana se muestra mesurada ante el triunfo del candidato oficialista Juan Manuel Santos en primera vuelta de las elecciones colombianas. Hasta hace unas semanas, el gobierno de Rafael Correa cuestionó duramente al presidencial. El eje de las críticas era el ataque de Angostura, que Santos como ministro de Defensa dirigió. Incluso, durante una visita a Venezuela, Correa lo llamó “emperadorcito”. Durante un debate de los candidatos presidenciales, Santos dijo que él perseguiría a los guerrilleros donde quiera que estén. Esto molestó a Correa, quien cuestionó la política de extraterritorialidad.Pese al contundente triunfo de Santos (obtuvo 46,5% de los votos frente al 21,5% de su contendor Antanas Mockus), Ecuador prefirió no pronunciarse y mantenerse cauto en el tema. El canciller Ricardo Patiño aseguró ayer que no se pronunciará sobre los resultados preliminares, pues considera que eso podría ser una intromisión en las decisiones soberanas de Colombia. “Yo insisto en esperar a que termine el proceso electoral. Nosotros tenemos la mejor disposición de avanzar en el restablecimiento pleno de las relaciones diplomáticas, políticas, de intercambio, integración, de respeto a la integridad territorial, de vivir en paz”, aseveró. Según Grace Jaramillo, experta en temas internacionales, las declaraciones de Correa y del presidente venezolano Hugo Chávez en contra de Santos le favorecieron. “Santos sabía que iba a incentivar el sentimiento nacional al provocar a los presidentes de los dos países para que se pronuncien sobre su candidatura. Por ello, el más leve pronunciamiento de Ecuador y Venezuela causó mayor beneficio para el candidato Juan Manuel Santos”. Ayer, el presidencial manifestó en radio RCN que su “mensaje es el mismo que he venido repitiendo. Estoy interesado en tener las mejores relaciones, porque eso es lo que le conviene al pueblo colombiano, al pueblo venezolano y al pueblo ecuatoriano”.Por ello, Jaramillo considera que Ecuador debe seguir por la ruta trazada para el restablecimiento pleno de las relaciones. “Hay que tomarle la palabra y ser más concretos en lo que Ecuador pide de Colombia”, aseguró.A demás, cree que el tema de Angostura debe ser cerrado. Sin embargo, para el jurista Luis Narváez, las cosas no son tan sencillas. Él considera que si Santos llega a la Presidencia de Colombia, el mejoramiento de las relaciones entre los dos países será complicado, pues “ha demostrado actitudes intransigentes frente a Ecuador y podría imponer condiciones para dialogar”.