Diana Atamaint, presidenta del CNE, dice que el azul se usa en la comunidad para la cotidianidad, el día a día.
La primera vez que Diana Atamaint, actual presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), utilizó la vestimenta tradicional de la mujer Shuar en un acto público fue en la posesión de Rafael Correa, expresidente del Ecuador, en el 2007. En las elecciones del 2006, ella fue elegida diputada por Pachakutik, se convirtió en la primera mujer amazónica en ocupar una curul en el Congreso Nacional (ahora Asamblea Nacional) y también estuvo con esa tradicional vestimenta, llamada tarach.
Sus atuendos son su característica personal cuando asiste o preside un evento formal desde que asumió la Presidencia del Consejo Nacional Electoral (CNE), en noviembre del 2018. Atamaint cuenta que el tarach ha sufrido cambios. Explica que antes era una sola tela que dejaba descubiertos los hombros y se sujetaba con un ‘shkap’, una especie de cinturón.
Ahora, por comodidad, esa tela se la confecciona como vestido. Lo que no ha variado son los colores. En la cultura Shuar predominan dos: azul y rojo.
Atamaint tiene presente una narración de sus abuelos sobre el porqué de esos colores. “Dos mujeres buscaban marido pero ninguno les hacía caso. En venganza decidieron que tanto hombre como mujeres las llevaran siempre presentes. Una se llamaba Suanua. Ella decidió convertirse en un árbol de gran tamaño; para recoger sus frutos, el huito, debían esforzarse mucho. De ese fruto se saca la tintura azul. La otra mujer se llamaba Ipiaknua, representa al achiote. Ella decidió quedarse sentada y por eso esa planta está más cerca del suelo. De esos frutos se sacaba la tintura”.
El azul, dice Atamaint, se usa en la comunidad para la cotidianidad, el día a día. El rojo, por el contrario, se utiliza en festividades.
La Presidenta del organismo electoral de los ecuatorianos recuerda con claridad la primera vez que vistió su traje tradicional en el Parlamento, cuando la posesión de los diputados y Correa. “Me sentía orgullosa. No era solo yo, sino que representaba a la mujer shuar, a mis ancestros”.
15 de enero del 2007. Diana Atamaínt en la posesión presidencial en el Congreso de Ecuador. Foto: Archivo EL COMERCIO
Pero qué sería el vestido sin sus adornos. Uno importante es el collar. En él también predomina el azul y el rojo. También se puede incluir el blanco. Lo que no varía es su significado. “Representa a la cascada, a la fuerza de la vida”, dice mientras su maquillador ya se concentra en alisarle el cabello negro, otra de las características de la feminidad, en los shuar.
Los complementos se usan en los pies, cadera y brazos. Son una especie de collares confeccionados con semillas de frutos del oriente que, al chocar, provocan ruido. “La idea es que en las fiestas, ese choque marque el paso de los saltos que damos al bailar”.
Atamaint estará en su cargo cerca de dos años más. A parte del trabajo que implica dirigir el organismo electoral tras los comicios del pasado 24 de marzo del 2019, para ella lo importante es que con su presencia, su cultura y vestimenta, se demuestre a sus compañeras, a su nacionalidad, que es posible llegar a instancias de decisión en lugares que, incluso en su comunidad, estaban restringidos a los hombres.
Vestida de rojo, Atamaint muestra su vestido, confeccionado por una costurera de Quito, amiga suya. Mientras lo luce, continúa la explicación de cada elemento que conforma su atuendo. Lo hace con orgullo porque representa lo que es.