La embajadora venezolana Carol Delgado fue expulsada y declarada persona no grata. Foto: Archivo / EL COMERCIO
La relación diplomática entre Ecuador y Venezuela llegó ayer, jueves 18 de octubre del 2018, a su punto más conflictivo. El Ministerio de Relaciones Exteriores resolvió expulsar del Ecuador a la embajadora venezolana Carol Delgado, mientras que Caracas replicó la medida con la encargada de negocios ecuatoriana en Venezuela, Elizabeth Méndez.
El Gobierno ecuatoriano le dio 72 horas de plazo para que Delgado abandone el territorio nacional. Venezuela hizo lo propio con Méndez.
El distanciamiento bilateral se produjo tras las declaraciones de Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación de Venezuela, quien tildó de “mentiroso” al presidente Moreno, por su discurso del 25 de septiembre pasado en la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En ese evento, Moreno dijo que Ecuador recibe y atiende diariamente a 6 000 ciudadanos venezolanos y apuntó que“nadie migra por voluntad propia”, sino porque se ve obligado a hacerlo.
Desde Venezuela, Rodríguez expresó que sus compatriotas en Ecuador han sido “sometidos a trabajo de esclavos, a agresiones sexuales, a delitos de odio. Todos o casi todos se quieren venir”.
El primer funcionario ecuatoriano que reaccionó ante Caracas fue Andrés Michelena, secretario de Comunicación de la Presidencia. A través de un comunicado, Michelena cuestionó en fuertes términos al Gobierno de Maduro, al tiempo que destacó los esfuerzos que hace el país para afrontar la crisis migratoria. “Las declaraciones demuestran que ese socialismo corrupto, asesino y mentiroso del siglo XXI todavía vive en Venezuela”.
Desde el 4 de agosto del 2017, cuando renunció el embajador Rafael Quintero, la delegación diplomática se quedó con la encargada de Negocios, Elizabeth Méndez, a la cabeza.
El 4 de julio pasado, el canciller José Valencia envió una nota formal de protesta a Venezuela, después de que Maduro criticara el pedido de prisión preventiva contra el expresidente Rafael Correa, en las investigaciones sobre el secuestro de Fernando Balda. Desde allí, la Cancillería decidió no enviar un embajador a Venezuela, donde residen 90 000 ecuatorianos.
El distanciamiento se acentuó el pasado 23 de agosto, cuando Ecuador salió de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba). Ahora, con las expulsiones de los máximos representantes de las misiones diplomáticas de ambos países, las relaciones se tensan todavía más.
Esteban Nicholls, catedrático del área internacional en la Universidad Andina, cree que Ecuador pasó a formar parte de los países críticos del régimen venezolano. Sostiene que la expulsión de la embajadora es una medida radical, que se adoptó luego de que se agotaron otros mecanismos.
Para el exembajador Mauricio Gándara, la postura ecuatoriana confirma el distanciamiento con el denominado socialismo del siglo XXI, pero señaló que no se produjo una ruptura total de relaciones.
El excanciller Marcelo Fernández de Córdoba afirma que la expulsión de la embajadora Delgado supone un “enfriamiento sumamente grande” de la relación bilateral.
Apuntó que algo parecido sucedió hace siete años, cuando en el gobierno de Rafael Correa se declaró persona no grata a la embajadora de Estados Unidos en el país, Heather Hodges, por unas revelaciones del portal WikiLeaks.
También, el 2 de marzo de 2008 fue expulsado el embajador de Colombia en Quito, Carlos Holguín, a raíz de la incursión militar en territorio ecuatoriano en la cual murió el número dos de las FARC.
El diplomático con licencia Eduardo Durán cree que será “muy difícil” que los diálogos se restablezcan en el corto plazo. El Gobierno aseguró que continuará brindado ayuda humanitaria a los venezolanos.