El ex ministro Fausto Ortiz explica que la marcha contra el Régimen no da importancia al crecimiento económico.
¿Por qué está aquí?
Su experiencia. Ex Ministro de Finanzas en el gobierno de Rafael Correa. Renunció en julio del 2008. Es consultor en temas económicos y de financiamiento a mediano y largo plazos.
La semana pasada hubo rendiciones de cuentas de varios ministros. Entre los porcentajes difundidos estuvo que la economía creció el 9% el año pasado ¿Qué es lo que causa ese valor?
El gran responsable del crecimiento es el precio del petróleo.
Pero el presidente Correa alega que los ingresos petroleros no llegan a la cuarta parte de los ingresos totales del Presupuesto para rebatir su peso en la obra pública…
El crecimiento no es tanto por el incremento del precio sino por la cantidad de recursos que le otorga a la economía. La liquidez le permitió al Gobierno incrementar la inversión pública.
¿Hay algún mensaje político detrás de exponer este crecimiento económico en época de marchas?
Si has tenido buenas cifras económicas es lógico que tengas que presentarlas. Lamentablemente no es un crecimiento sostenido, hemos tenido altibajos.
¿Cómo ha variado el crecimiento económico en la Presidencia de Rafael Correa?
En el primer año de Gobierno la economía creció un 2,7%, el segundo 8%, el tercero 0%, el cuarto 3%, el quinto 9% y el que viene entonces es la gran pregunta.
¿Cuánto aportó el último crecimiento económico para sostenerlo en el 2012?
Muy poco, porque este año el Gobierno ya plantea que la inversión pública apenas crecerá un 14 ó 16%. Es decir, que ya arranca con un crecimiento a la inversión pública inferior al logrado el año anterior, por lo tanto no va a tener el mismo dinamismo que en el 2011. Eso le va a restar uno o dos puntos al crecimiento.
¿Exponiendo sus resultados económicos positivos el Gobierno logrará calmar las manifestaciones?
Esto más bien tiene un comportamiento opuesto. Me causa extrañeza que en el año de mejor desempeño económico del Gobierno las marchas sociales aparezcan. Actualmente hay una desconexión entre el crecimiento económico y la realidad política. En el Ecuador no se escucha en la calle un malestar económico, es más de orden político.
¿A qué se debe ese malestar de tipo político?
A que a la gente no le gusta percibir que el Gobierno controla la Justicia, al Legislativo. Esa percepción empieza a pasarle factura al Gobierno, en cambio, en el tema económico aún no le llega.
El Presidente también resalta un aumento en la recaudación de impuestos de al menos un 104% ¿Los tributos pudieron ser una causa del malestar social?
No, porque los manifestantes no están en el segmento que paga mayor cantidad de impuestos al Estado. De hecho, el Impuesto al Valor Agregado no ha sido modificado en los últimos años. El descontento es más político.
¿Lo que ocurra con el petróleo en este año podrá alejar ese malestar político?
Sí, porque cuando se conjugan el malestar social con el económico, el Gobierno tendrá un grave desgaste de aceptación. Aparte que sería un mal momento enfrentarlo en el arranque de una campaña electoral.
Correa rechaza las protestas contra la minería, por ejemplo, bajo el argumento de que de ahí se sacan los recursos para vivir mejor ¿Ese tipo de respuestas hace que los resultados económicos parezcan invisibles para la ciudadanía?
Estamos frente a una situación de indicadores macroeconómicos positivos pero una realidad socioeconómica en otra dirección. La gente no está reclamando porque no haya recursos sino porque se siente afectada en las políticas que el Gobierno está tomando.
¿Y esto le afectará durante este año electoral?
Veamos los resultados. La afectación al Gobierno vendrá cuando haya un deterioro económico. Lo afectaría incrementar el precio del gas, la gasolina o el diésel; son cosas que tienen una gran repercusión social. Hoy en día estamos frente a un momento político, donde una parte de la ciudadanía mira a un grupo político reclamarle al Gobierno.
¿Le funciona al Gobierno la estrategia de silenciar críticas contra su gestión con sus resultados económicos?
No. Cuando uno separa la inversión pública y la inversión privada encuentra una realidad triste, que el gran esfuerzo del Gobierno no es acompañado por la inversión del sector privado.
¿El Régimen debe preocuparse por ese sector?
El Régimen debe observar que los grandes crecimientos del 2008 y 2011 no los va a poder sostener y se va a ver obligado a tocar la puerta del sector privado para que este vuelva a tener el rol en la inversión de largo plazo que tenía hasta el 2007, cuando la inversión del Gobierno era del 30% y del sector privado el 70%. Hoy hay una paridad con la desventaja de que no es sostenible.