Lasso (Creo) pasó a segunda vuelta en las presidenciales del 2017. Nebot (PSC) deja la Alcaldía guayaquileña; puede postular a Carondelet. Fotos: archivo EL COMERCIO
La derecha tiene dos precandidatos para las presidenciales del 2021: Guillermo Lasso y Jaime Nebot. El principal del movimiento Creo anunció en marzo que correría por su tercera postulación; en tanto, el Alcalde de Guayaquil se perfila como candidato de la alianza Partido Social Cristiano-Madera de Guerrero (PSC-MG).
Distanciados políticamente desde los comicios del 2017, es casi improbable que ambos logren un acuerdo y las seccionales del 2019 serán un termómetro para medir fuerzas entre ambas agrupaciones.
Lasso señala que seguirá recorriendo el Ecuador como lo hace desde el 2012. “Somos nosotros quienes siempre hablamos de la necesidad de abrir la economía al mundo, de la importancia de respetar las instituciones, así como las libertades de empresa, expresión, etc., que durante el correísmo fueron satanizados”.
El 25 de julio, por el aniversario de la Fundación de Guayaquil, Nebot advirtió a los electores sobre escoger bien a su sucesor, que aspira a que sea la expresidenciable Cynthia Viteri. Pero en la mayor parte de su intervención habló de temas nacionales, del equilibrio entre el Estado y empresa privada, de acción social y globalización y del equilibrio para el desarrollo. “De la derecha aprendimos el concepto de administrar para tener recursos suficientes y de la izquierda el de invertir en los pobres. Y aprendimos también a desechar los excesos y fracasos de ambas. Ese es nuestro legado”.
Para Henry Cucalón, asambleísta del PSC-MG, “la corriente de pensamiento moderna, pragmática y solidaria que representa tendrá candidato presidencial al 2021 y ojalá que sea Nebot, el hombre más preparado para gobernar de forma probada”.
Su discurso -dice Cucalón- no fue un guiño al electorado de centro, sino una actitud frontal. “Eso es un modelo de avanzada, que más de hablarle de centro que parece una etiqueta, refleja un equilibrio”.
Maximiliano Donoso Muller, de la Asociación de Consultores Políticos, señala que Nebot ha logrado lo que muy pocos políticos: salir de un partido netamente de derecha y en el camino amasar su propio movimiento en Guayas con la intención de ser nacional. “Nebot ha logrado entender que no necesitamos ni izquierdas ni derechas, sino buenos administradores”.
Para Paulina Recalde, de Perfiles de Opinión, en los últimos dos años ha habido una ampliación del campo de la derecha, si se observan los movimientos preelectorales del 2017. Y señala tres momentos. La coalición que se formó alrededor de la figura de Nebot con autoridades locales que salieron fortalecidas en las seccionales del 2014. La disputa que se generó luego entre Lasso y Nebot por el liderazgo de la derecha. Y la tercera en la segunda vuelta del 2017, cuando el candidato de Creo mostró una postura que fue nítidamente promercado, por su posición ideológica y porque había detectado el voto anticorreísta.
Lasso sostiene que “no se trata de ideologías”. Los ecuatorianos buscan soluciones a sus problemas, quieren ver quién les puede ofrecer una mejor calidad de vida y quién puede impulsar un modelo económico que garantice empleo abundante para vivir tranquilos.
Recalde también explica que el presidente Lenín Moreno rápidamente se desmarcó de un proyecto netamente izquierdista. “Puede anunciar que es de izquierda, pero los ministros del frente económico y las medidas responden a un pensamiento de derecha”. Por eso, cree que hay que poner un ojo en las figuras del Gobierno y cargos de poder, donde están Richard Martínez y Pablo Dávila, que salieron de las cámaras y que han ido construyendo un discurso político.
El analista Gaitán Villavicencio tiene una visión parecida y no le ve capacidad de recuperación ni liderazgos en las izquierdas para pelear por la Presidencia en el 2021. Sostiene que en el poscorreísmo y frente a una herencia de “quiebre total” de la estructura de partidos hay un resurgir de esos liderazgos de derecha.
Eso, pese a que también “las derechas no tienen estructuras fuertes de partidos, ni PSC ni Creo. Aglutinan votos en torno a personalismos”.
Si bien es prematuro hablar de las candidaturas definitivas para el 2021, Recalde cree que los resultados del actual Régimen marcarán también el derrotero para Nebot y Lasso.
“En el caso de Lasso, excepto en la consulta, ha tenido una postura claramente de oposición, no así Nebot que luce más cercano al oficialismo. Y se irá distanciando conforme avance el trabajo de este Gobierno. Lo que deje Moreno marcará la línea de esas figuras”.
Para Villavicencio, las dos fuerzas de derecha se van a “depredar”, pues no ve a Lasso cediendo en su candidatura, como ya ocurrió en el 2017.
En tanto, Donoso cree que Nebot tiene las de ganar, pues las “fuerzas de derecha están acomodadas en este Gobierno” y se aglutinarán alrededor del entonces exalcalde, mientras “Lasso será el gran abandonado”.
Lasso responde que en las elecciones del 2017 ya hubo dos candidatos de una misma tendencia. El resultado: el candidato de Creo sacó una ventaja de 12 puntos al del PSC. “Es decir, ya les ganamos. Aunque aún es muy pronto para hablar de quiénes serán los futuros candidatos, lo único seguro es que solo nosotros representaremos el mensaje de una democracia liberal auténtica, plena y moderna”.