En la mañana de este jueves 15 de mayo del 2025, el Consejo Nacional Electoral (CNE) dio por cerrado el proceso electoral de este año. En el Palacio de Cristal del parque Itchimbía, en Quito, entregó las credenciales al presidente Daniel Noboa y a la vicepresidenta electa, María José Pinto. Durante el evento, la presidenta del CNE, Diana Atamaint, criticó la teoría del fraude que trata de instalar el correísmo y que pasaron de “lo mágico a lo cómico”.
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Para el CNE, las narrativas de fraude pasan de lo mágico a lo cómico
Diana Atamaint destacó el rol del Consejo Nacional Electoral en las elecciones del 2025. Sostuvo que fueron una demostración de la transparencia del CNE.
“Organizar elecciones es un ejercicio de compromiso colectivo. Desde el primer día asumimos esa responsabilidad con rigor técnico, absoluta transparencia y convicción democracia. Este proceso, más allá de lo operativo y logístico, constituye una manifestación viva del respeto del mandato popular”, dijo. .
En ese sentido, cuestionó a aquellos que tratan de instalar la idea del fraude. Una de ellas es la transferencia de tinta en las papeletas electorales, como sostiene la Revolución Ciudadana.
Atamaint aprovechó este acto para responder a estas teorías conspirativas del correísmo. “Aunque la transparencia y la eficiencia técnica estuvieron comprobadas hasta la saciedad, no faltaron los intentos de sembrar dudas. Lo hicieron con narrativas descabelladas de fraude que iniciaron con lo mágico y pasaron por lo cómico”, dijo.
El mensaje de Atamaint al binomio triunfador
Durante la entrega de credenciales, el CNE deseó éxitos a las nuevas autoridades. “Estamos seguros de que su compromiso será con quienes votaron por ustedes y también con quienes piensan distinto, porque ese es el verdadero valor de la democracia: gobernar para unir, para servir y para informar”, dijo Atamaint.
El Consejo reafirmó que ha cumplido con el país al garantizar que se escuche la voz del pueblo. En ese sentido, destacó que la entrega de credenciales marca el inicio de un nuevo ciclo que debe conducir a un Ecuador más justo, solidario e incluyente. El mensaje concluyó con un llamado a soñar en grande y con una frase que cerró el acto: “Que viva la democracia y que viva el Ecuador”.