La democracia en América Latina mejoró durante el 2011

La democracia se consolidó en América Latina en 2011 y por primera vez en una década no hubo “quiebres institucionales” que pusieran en riesgo el modelo en ningún país. Sin embargo, la región mantiene todavía un alto nivel de desigualdad.

Esas son las conclusiones centrales del último informe del Índice de Desarrollo Democrático Latinoamericano, elaborado por la consultora argentina Polilat y la Fundación Konrad Adenauer.

Según el estudio, se registra un avance de este indicador en la región del 7,15 % respecto del año anterior. Y sitúa por primera vez a Costa Rica en la cabeza de la lista y a Venezuela en el último lugar.

Un año más, el Índice colocó en “alto desarrollo” democrático a Costa Rica, Chile y Uruguay, pero con la diferencia de que Chile fue desbancado del primer puesto, debido a la conflictividad que sacudió a ese país el pasado año.

En el grupo de “desarrollo medio” aparecen Argentina, Brasil, México, Panamá y Perú.

En el capítulo de “bajo desarrollo” figuran Colombia, El Salvador, Paraguay y Honduras. Finalmente, en el apartado de “desarrollo mínimo” están Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Guatemala, República Dominicana y Bolivia.

“Costa Rica accede al primer lugar del índice después de algunos años en que Chile había ocupado el lugar”, explicó el director de Polilat, Jorge Arias.

El analista admitió que los tres países que encabezan la lista de desarrollo democrático “son pequeños y no logran generar una masa crítica de buena democracia en la región”.

Las mejoras democráticas en el continente son “producto de la continuidad de la bonanza económica y de la aplicación de programas de beneficios a los sectores sociales menos favorecidos”, agregó Arias. Sin embargo, el desarrollo económico no se ha traducido en una reducción de la desigualdad. “En algunos países parece haberse consolidado”.

El estudio aborda el desarrollo democrático mediante el análisis de distintos indicadores como derechos políticos y libertades , calidad institucional, eficiencia política y desarrollo social.

Suplementos digitales