El presidente Rafael Correa acusa a la izquierda de coincidir con la derecha. Sectores que no se identifican con el Gobierno cuestionan una consulta que, de triunfar, aumentará el poder del Ejecutivo y dejará varias libertades a expensas de una justicia más politizada. En ese sentido, habría que aplaudir la coincidencia en la defensa de ideas democráticas como la independencia de poderes y la garantía de los derechos.
Pero volvamos a las acusaciones desde y hacia la “izquierda” y la “derecha”: el MPD acusa al Gobierno de hacer una falsa defensa de los principios alfaristas y de izquierda, al haber intentado imponer, a través de un veto, la materia de religión en planteles laicos. ”Esta idea atrasada, neoconservadora y de derecha fue derrotada por movilización social en gobiernos como el de León Febres Cordero y Sixto Durán Ballén”, señaló el Director de esa agrupación.
El MPD se cuenta entre los movimientos que arrancaron con el proyecto inicial del Gobierno, junto a otros sectores ahora también críticos, mientras que del mismo movimiento gubernamental se separó un sector como Ruptura de los 25. En la práctica, los principales operadores del Gobierno provienen de la llamada “partidocracia”. Mientras tanto, la mayor gestión ideológica la hace quien está al frente de la política exterior, precisamente el sector que demanda una visión pragmática para evitar calificaciones tan bajas como la que acaba de dar Moody’s al país en cuanto a riesgo político.
La disyuntiva derecha-izquierda no dice nada. Quizás lo más acertado es hablar de democracia vs. totalitarismo.