El Tiempo de Colombia califica a Correa de Atila de la Prensa

El diario El Tiempo de Colombia dedica su editorial de hoy al presidente ecuatoriano Rafael Correa a quien lo califica como el “Atila de la prensa”.

La nota aparece a propósito de la condena en contra de los periodistas Juan Carlos Calderón y Christian Zurita.

También  critica duramente a Correa por la imposición del llamado Código de la Democracia que prohíbe a los diarios a publicar reportajes que incidan “en favor o en contra de determinado candidato”.
La última medida de este Atila de la prensa apunta a su posible reelección en marzo del 2013.

Durante su postgrado en Estados Unidos, el presidente ecuatoriano Rafael Correa aprendió mucha economía, pero, si se deduce por sus actos como gobernante, no entendió la importancia de la prensa libre en una democracia.

Por tal razón, y excluida Cuba, no existe hoy un gobierno latinoamericano que haya mostrado mayor hostilidad contra los medios de información ni emprendido una campaña más empecinada contra ellos. "Para él -dice José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch para las Américas- el único ejercicio posible de la libertad de expresión es aquel que se verifica en aplausos y alabanzas a su gobierno".

Ya había escandalizado Correa con una demanda contra El Universo que pedía cárcel para los directivos del periódico y una indemnización de 80 millones de dólares por considerar que se le injurió en una columna. Como la separación de poderes en Ecuador es escasa, una posible sentencia en su favor significaría el cierre del tradicional diario guayaquileño. No contento con perseguir en casa, Correa intenta liquidar la relatoría de libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, defensora de los periodistas. Por supuesto, las acciones se emprenden so pretexto de una "mayor transparencia", eterna máscara de los enemigos de la libertad de información.

La última medida de este Atila de la prensa apunta a su posible reelección en marzo del 2013. Con el consabido pretexto de "proteger a los ciudadanos", el Gobierno prohíbe, desde tres meses antes de los comicios, toda "promoción directa o indirecta", incluso a través de reportajes, "en favor o en contra de determinado candidato". Esto equivale a prohibir el periodismo, sobre todo porque será su gobierno el que decida cuándo hay "promoción" y si es a favor o en contra. Su alegato es que "no pueden ser los medios de comunicación actores políticos", cuando la razón de ser de la prensa en una democracia es informar y opinar sobre toda suerte de temas, aun los electorales, y vigilar a los demás poderes, función esencialmente política.

Con razón en el último Índice de Libertad de Información de Reporteros sin Fronteras aparece Ecuador en el puesto 102 y se critica al Gobierno por sus "reiterados ataques a la prensa". Ya veremos si decide actuar también contra esta ONG.

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