El primer ministro británico, David Cameron, ordenó a su canciller William Hague “bajar el tono” a la pelea diplomática con Ecuador, por conceder el asilo a Julián Assange.
Cameron, al igual que su vice primer ministro británico, el liberal democrático Nick Clegg, se comunicaron de inmediato con el jefe de la Cancillería, William Hague, a quien le exigieron que baje el tono a la pelea.
Tanto Cameron como Clegg se encuentran desde el lunes de vacaciones en España, y debido a la ausencia del Primer Ministro y de su Vice, Hague quedó al frente del Gobierno británico.
“El mensaje de ambos para Hague fue: “Calma esta bronca ya”, declaró una fuente oficial al periódico Daily Mail.
Hague admitió haber autorizado esta semana las negociaciones diplomáticas con Ecuador. En ellas se incluía la polémica nota, en la que Gran Bretaña hizo referencia a una oscura Ley de 1987, por la cual amenazaba con suspender la inmunidad a la Embajada en Londres, y de esa manera poder arrestar a Assange.
Ex ministros de Exteriores, embajadores y ex embajadores recordaron la posibilidad de eventuales represalias contra las embajadas británicas en el exterior.
“La amenaza de Hague expone a nuestras sedes a amenazas de gobiernos extranjeros”, dijo sir Malcolm Rifkind, que precedió al actual Canciller al frente de la Oficina de Asuntos Exteriores.
A su juicio, la amenaza de recurrir a la Ley de 1987 se debería usar solo con extrema prudencia.
También expresaron preocupaciones Douglas Hurd, quien estuvo en la Cancillería del Reino Unido en épocas de Margaret Thatcher, y David Owen.
“Hay mucho en juego cuando se habla de la inmunidad diplomática”, dijo Hurd. “Nosotros tenemos muchas más embajadas que Ecuador”, agregó.