El Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs) fue concebido en la Asamblea Constituyente de Montecristi como un organismo clave dentro del Estado ecuatoriano. Su misión, en términos generales, radica en tres pilares fundamentales: la lucha contra la corrupción, la promoción de la participación ciudadana y la designación de las autoridades de control.
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La promoción de la participación ciudadana busca fortalecer la voz de la sociedad civil y garantizar su inclusión en los asuntos públicos.
En paralelo, la lucha contra la corrupción apunta a prevenir y sancionar actos deshonestos dentro del aparato estatal. Finalmente, la designación de las autoridades de control busca garantizar la independencia y eficiencia de entidades como la ContralorÃa o la FiscalÃa General del Estado.
A pesar de estos objetivos ambiciosos, la gestión del Cpccs ha sido objeto de crÃticas constantes. Diversos sectores cuestionan su capacidad para cumplir con estas funciones, acusándolo de convertirse en un instrumento politizado que perpetúa los vicios que deberÃa combatir.
El fracaso en la lucha contra la corrupción del Cpccs
Según Ruth Hidalgo, directora ejecutiva de Participación Ciudadana, el Cpccs ha fallado rotundamente en su función de combatir la corrupción. Indicadores y casos recientes evidencian una inactividad preocupante en este ámbito.
Hidalgo menciona que, mientras el Consejo permanece pasivo, organismos como la Comisión Nacional Anticorrupción, integrada por voluntarios, han logrado resultados significativos en la denuncia y documentación de casos.
Para Hidalgo, este panorama evidencia la falta de compromiso y eficacia del Cpccs.
Por su parte, Germán Rodas Chaves, coordinador de la Comisión Nacional Anticorrupción, sostiene que el Consejo no solo ha sido ineficaz, sino que ha permitido que intereses partidistas contaminen su operatividad. Desde la perspectiva de la Comisión Anticorrupción, el Cpccs funciona más como un ente al servicio de la polÃtica que como un organismo de control ciudadano.
Una participación ciudadana ausente
La promoción de la participación ciudadana, otro eje fundamental del Cpccs, también es cuestionada. Hidalgo recuerda que, durante el gobierno de Rafael Correa, el Decreto 16 atentó contra el derecho de asociación y debilitó a la sociedad civil, sin que el Consejo actuara al respecto. Esta omisión refleja, en su opinión, la desconexión del Cpccs con su misión esencial.
Rodas Chaves coincide con este diagnóstico, afirmando que la sociedad civil no necesita un organismo estatal para articularse. Según él, la existencia del Cpccs contribuye a “estatizar” a la sociedad, contradiciendo su propósito de representarla.
Designaciones cuestionadas del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social
El proceso de designación de autoridades de control, considerado la tarea más delicada del Cpccs, está plagado de irregularidades, según los expertos.
Hidalgo denuncia que estos procedimientos son viciados por intereses polÃticos, permitiendo que consejeros con vinculaciones partidarias influyan en la selección de autoridades clave. Este fenómeno, según la experta, ha transformado al Consejo en un botÃn polÃtico.
Desde la Comisión Anticorrupción, Rodas Chaves respalda esta crÃtica y añade que los concursos organizados por el Cpccs están marcados por la falta de transparencia. Ejemplos como la reciente designación del presidente de la Judicatura, pese a denuncias en su contra, son prueba de ello.
Hidalgo considera que la mejor solución es la eliminación del Cpccs. Propone mecanismos alternativos, como delegar la designación de autoridades de control a una comisión especializada dentro de la Asamblea Nacional.
Esta comisión deberÃa estar compuesta por representantes de diferentes sectores, garantizando procesos públicos y basados en méritos.
Rodas Chaves comparte esta postura y subraya que el Cpccs dañó la institucionalidad del paÃs. Para el coordinador de la Comisión Nacional Anticorrupción, la desaparición de este organismo es indispensable para construir un sistema más eficiente y transparente.
Puntos de convergencia
Ambos expertos coinciden en varios aspectos clave. Primero, el Cpccs no cumple con su misión fundacional. Segundo, su existencia politiza aún más la designación de autoridades de control, en lugar de despolitizarla.
Finalmente, tanto Hidalgo como Rodas Chaves abogan por su eliminación y la implementación de mecanismos alternativos que promuevan la transparencia y la democracia.
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