Correa se reunió con la comunidad ecuatoriana en España

Ecuatorianos durante la intervención del Presidente Correa. Foto:  Roxana Cazco

Ecuatorianos durante la intervención del Presidente Correa. Foto: Roxana Cazco

Dos horas y media después de lo anunciado se produjo el encuentro del Presidente Correa con la comunidad ecuatoriana en España. La falta de organización fue el precedente de un evento que debió ser trasladado a las afueras de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, debido a que más de un centenar de personas - que se quedaron fuera- presionaban por entrar. Otras tantas regresaban en grupos al ver que no se les permitía el ingreso.

Momentos de tensión y caos se vivieron en las puertas del recinto, en los que los empujones, los gritos y los reclamos fueron la tónica. Los compatriotas lamentaron que la Senami no previera un espacio más amplio frente a la numerosa comunidad ecuatoriana en España. En el auditorio caben cerca de 900 personas.

A las 22:00 arribó el Primer Mandatario, pese a que el encuentro estaba programado para las 19:30. Unas entrevistas para Televisión Española y una agencia le retrasaron.

Precisamente, al inicio de su intervención Correa arremetió contra la prensa española. Le invitó a quitarse “esos estereotipos que tienen en la cabeza”, sobre que hay una dictadura en Ecuador, y que no se respetan los derechos humanos ni la libertad de prensa. “La libertad de expresión no es derecho de unos cuantos (…) cuando alguien calumnia en Ecuador es un delito, así lo haga un periodista o un bombero”, manifestó Correa. Y cuestionó que la prensa ibérica hable de violación de derechos humanos en Ecuador y no del drama de los hipotecados que pierden sus viviendas y mantienen la deuda. “Eso si es una violación a los derechos humanos, pero no hay una campaña de la prensa para informar eso”, lamentó.

En este sentido cuestionó las leyes de este país que “pasan todo el riesgo de la contratación de la hipoteca al ciudadano”, subrayó. “En todo país del mundo se exige que con la entrega de la garantía se acabe la deuda (…) Estamos denunciando ante los organismos de derechos humanos esta injusticia”, señaló.

Recalcó que debe establecerse la dación en pago como alternativa y los bancos flexibilizar las condiciones de pago.

En cuanto a la asistencia jurídica que presta la Embajada Ecuatoriana a los afectados por las hipotecas, el Mandatario manifestó que “si se necesitan 10 veces más abogados los pondremos, continuaremos con todo el personal que se necesario para brindar esta asistencia”.

Aída Quinaota, presidenta de la Confederación de Ecuatorianos en España, CONADEE, y quien lidera la plataforma de los ecuatorianos con hipotecas impagables, se quedó desilusionada con la intervención presidencial. “Fue muy tibia, no me satisface nada. Vino a decir lo que ya sabíamos. Más bien fue una acto de politiquería”, lamentó la ecuatoriana. Ella tenía la esperanza que se refiriera a la ley de protección a los emigrantes hipotecados -presentada por su organización- y que fue ignorada en la Asamblea “sin que las instancias pertinentes la estudiaran”. La propuesta plantea que a estos compatriotas no se les cobre la deuda en Ecuador, frente al temor de la compra por parte del Banco del Pichincha de las deudas hipotecarias de ecuatorianos a los bancos españoles. Y cuestionó que el Gobierno “tardara tanto” en intervenir en este asunto. “Tan solo hace dos semanas inició la asesoría jurídica, después de cuatro años en que afrontamos los problemas”, dijo.

Para Pablo Acosta, quiteño de 50 años, el discurso del Presidente “fue corto, pero muy concreto”. Valoró sobre todo “que Correa hablara sobre el drama de los hipotecados y les mandara un mensaje claro a las autoridades y a los bancos españoles”. Después del discurso de unos 15 minutos, Correa cantó junto a un conjunto de guitarras y voces música nacional. El Aguacate, Nuestro Juramento, Sombras o Guayaquil de mis amores fueron parte del repertorio del Primer Mandatario.

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