Antes de encontrarse con Cristina Fernández, viuda de Kirchner, el presidente Rafael Correa, tuvo polémicas declaraciones para defender a la República de Irán, al comparar las muertes que se produjeron en el atentado a la AMIA en Buenos Aires, con lo ocurrido en Libia, en los bombardeos que derivaron en la caída del régimen de Muamar Gadafi.
En una extensa entrevista que el primer mandatario dio a C5N, Correa respaldó al presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad, y denunció la supuesta existencia de una “doble moral” en Occidente, que cuestiona a la “democrática” república islámica y no condena a otros países que son gobernados “por monarquías, que se pasan el gobierno de unos a otros”.
En la última consulta, la periodista Débora Plager le preguntó a Correa por su opinión con respecto a la situación de Irán, que “se ha negado a entregar” a los acusados por Argentina y con aval de Interpol por el ataque a la AMIA: “Conozco ese caso. Es muy doloroso para la historia argentina, pero vea cuántos murieron en el bombardeo de la OTAN a Libia. Comparemos las cosas también y veamos donde están los verdaderos peligros; no debemos manipular”.
De todos modos y pese a que dijo “entiendo el caso argentino y lo respeto muchísimo“, insistió en defender al gobierno de Ahmadinejad, con quien la Argentina negocia actualmente una salida ante la decisión de no poner a disposición de la Justicia a los acusados por el ataque a la AMIA, donde murieron 85 personas en Buenos Aires.
“No considero a Irán como una amenaza para nosotros. ¿Cuántas sanciones ha tenido Israel y cuántas resoluciones de la ONU? Hay una doble moral terrible”, afirmó.
Para Correa, Irán es un país democrático y en cambio, “hay países aliados de Estados Unido que no tienen elecciones y tienen monarquías”. “¿Por qué no se dice nada? Ahí por lo menos hay una doble moral”.
El caso Chevron
Por otra parte, el líder ecuatoriano confirmó que le pedirá a Cristina Fernández, viuda de Kirchner, que “se cumpla la sentencia” en el caso Chevron , la compañía de origen estadounidense que sufrió un embargo de todos sus bienes en la Argentina por una causa de daño ambiental que presentó una población aborigen ecuatoriana.
“El tema Chevron es un caso privado, porque quieren decir que intervino el gobierno ecuatoriano. Nosotros por supuesto vamos a tratar de respaldar a nuestros ciudadanos”, aseveró el mandatario.