Los mensajes que el presidente Rafael Correa emite frente a la crisis con EE.UU. van por rutas distintas.
Por un lado, insiste en que EE.UU. realizaba “espionaje” en la Policía y en las FF.AA., y que por esa razón se declaró persona no grata a la embajadora Heather Hodges. Al mismo tiempo, le apuesta a su “gran relación” con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, previendo que el daño será “limitado”.
Según las declaraciones que dio ayer el Primer Mandatario en una entrevista radial, “lo grave es que Wikileaks dice que tienen informantes dentro de la Policía y las Fuerzas Armadas. Debieron pedir una reunión con el Canciller, esto es espionaje, por favor”. “No solo eso, tratan de involucrar al Presidente de la República”.
No obstante a esta posición, el Jefe de Estado cree que el daño será limitado. “El Departamento de Estado tiene un gran concepto del Gobierno ecuatoriano”, que a su vez mantiene “una gran relación con la propia secretaria de Estado, Hillary Clinton, y con el subsecretario para América Latina, Arturo Valenzuela, un amigo personal” . Así lo dijo Correa, cuyas declaraciones fueron recogidas por agencias internacionales de noticias.
Por otro lado, el vicecanciller Kintto Lucas, reiteró su interés en que el fundador de Wikileaks, Julián Assange, visite el país y dé a conocer los cables diplomáticos de EE.UU. sobre Ecuador.
Queremos “reiterar la invitación (a Assange) o que nos entregue los cables que tienen que ver con Ecuador”, dijo Lucas al tiempo de asegurar que su nación debería “conocer los más de 1 300” mensajes que, estima, están vinculados con Quito.
Mientras los dos gobiernos asimilan la situación diplomática, se espera que la próxima semana se realicen los vuelos de retorno de los embajadores declarados como personas no gratas.
Según información de las dos sedes diplomáticas, Hodges y Luis Gallegos estarían de regreso el miércoles 13 de abril.
Las últimas horas, han sido más bien, para que los dos diplomáticos ultimen los detalles de sus respectivos traslados, como empacar sus pertenencias, dejar al día las oficinas bajo su cargo y emprender un retorno, inesperado hace una semana.