Coronel Carrión rompe el silencio; entregó arma de dotación y chaleco antibalas

Coronel César Carrión llegó hasta la Comandancia de la Policía para entregar su arma de dotación. Familiares y amigos protestan. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Coronel César Carrión llegó hasta la Comandancia de la Policía para entregar su arma de dotación. Familiares y amigos protestan. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

El coronel César Carrión, ex director del hospital de la Policía, entregó esta mañana su  arma de dotación que lo habría acompañado por al menos 30 años en la institución y un chaleco antibalas. El Consejo de Generales se negó a reconsiderar la resolución mediante la cual se separaba definitivamente a Carrión -declarado inocente por la justicia ecuatoriana de intento de magnicidio contra el presidente Rafael Correa en la revuelta policial de 2010- de la institución.

Carrión llegó a las 10:00 al Departamento de Operaciones de la Comandancia General de Policía, en el norte de Quito, junto con su esposa, Janeth Orbe, y su defensa, Stalin López. 15 minutos tardó la diligencia. Todos calificaron como injusta la separación definitiva.

Tras varios meses sin pronunciarse ante la prensa, Carrión sereno, aunque a momentos con sus ojos humedecidos, rompió el silencio. “Quiero olvidar lo que me ha tocado vivir y deseo con todo mi corazón que no le suceda a ningún ecuatoriano, tampoco a otros uniformados de mi país”, dijo ante aproximadamente 30 personas, entre familiares y amigos, que se encontraban protestando en las afueras de la institución policial.

“Me siento orgulloso de ser ecuatoriano, de haber llevado mi uniforme al servicio de la comunidad y de haber defendido la verdad, siempre respetuoso de la Constitución; llevaré mi frente en alto para dar el ejemplo a mis hijos, que son la razón de mi existencia, del presente y futuro de mi Patria”, añadió

Antes,  Carrión dejó un comunicado en el que decía “Valor, disciplina y lealtad con la verdad”.

Pese a que  sus familiares y amigos estaban evidentemente dolidos y eufóricos en su protesta, Carrión solo mostraba un cartel en el que, entre otras cosas, decía: "Por decir la verdad mancillaron mi honor. (...) Declarado inocente, me prohibieron hablar, me dieron de baja".

El grupo autodenominado Kbrea2 al igual que transeúntes se iban sumando de a poco a la protesta. Varios conductores hicieron sonar los pitos de sus automóviles, en señal de apoyo al Coronel Carrión.

“Generales borregos”, “Traidores” eran las consignas que gritaban los manifestantes en contra del Consejo de Generales que decidió la separación definitiva del coronel, en especial de Alulema, Suárez y Argüello. La conyugue de Carrión defendió al general Gangotena porque, según Orbe, este uniformado habría insistido en reincorporar a la institución a su esposo. El pase a Guayaquil habría sido la respuesta que recibió Gangotena, según contó Orbe.

Aproximadamente a las 11:00, alrededor de 20 uniformados antimotines llegaron hasta el sector para intentar desalojar a los manifestantes. Sin embargo, minutos más tarde abandonaron el lugar tras hablar con Carrión. Hasta antes del medio día, la protesta continuaba.

El ex uniformado también instó a los ecuatorianos “a la reconciliación por encima del ánimo de venganza y la desunión”.

Mientras, su abogado insistió en que acudirá a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para plantear un juicio contra el Estado, por los daños y perjuicios provocados por lo que considera una persecución política desde el Gobierno.

Ayer, la defensa del ex oficial de Policía aseguró que esta decisión fue analizada luego de que Carrión quedó definitivamente expulsado de la institución a la que sirvió por 31 años.

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