‘Es cierto que ni la Iglesia cree en el limbo, pero este caso (juicio al fiscal Washington Pesántez) está en la indefinición”, aseguró Fernando Cordero, presidente de la Asamblea Nacional.
Ayer, nuevamente, habló sobre el caso. Su discurso no cambió. “No está ni en el infierno ni en el cielo sino flotando por ahí”.
Cordero usó estas frases para explicar que no existe una recomendación de la Comisión de Fiscalización para que el pedido de juicio político al fiscal Pesántez se archive o llegue al Pleno.
Esto porque el 15 de abril, en la Comisión se registraron 5 votos por el archivo, 5 por el juicio y 1 abstención. No hubo mayoría absoluta (6) para que se recomiende una de las dos opciones.
Cordero se defendió de las críticas de quienes llamó “cadáveres de la partidocracia, que estuvieron bien escondidos durante el proceso”. Dijo que quienes quieren el juicio dentro de la Asamblea y fuera de ella, pueden llevar el tema al Pleno.
Señaló que sí es posible que un asambleísta, con siete firmas de respaldo, solicite que en la próxima sesión del Pleno (el martes) se cambien los temas a tratar.
Pero su oposición a esa posibilidad se evidenció al insistir que el plenario no puede decidir iniciar un juicio político sin la recomendación de la Comisión.
“Defenderé la Ley, no defiendo que no haya un juicio político. Queríamos que exista, pero en este momento, lamentablemente, estamos en una situación de irresolución”.
Ayer, representantes de otras fuerzas políticas como Madera de Guerrero, MPD, Sociedad Patriótica y ADE, criticaron la posición de Cordero. Cynthia Viteri (Madera de Guerrero) proponía que a través de una resolución el Pleno decida el futuro del caso.
Cordero reiteró que “esos son los vacíos legales que hacían romper reiteradamente la Constitución”, en otras épocas.
Ayer mismo, el presidente Rafael Correa condenó nuevamente el juicio. “Lo del Fiscal General fue un gran error que pasará a la antología de la ingenuidad política. Un funcionario que en pocos meses más saldrá de sus funciones y un primer juicio que la prensa corrupta y la derecha se encargaron de posicionar como derrota del Presidente o como derrota del grupo de asambleístas interpelantes”.
Además, dijo que se pretende difundir la idea de que no hay fiscalización. “No es cierto. Ningún Gobierno ha sido más escrutado por los poderes fácticos. Han existido más de 8 000 comparecencias a la Asamblea Nacional…”.
Las protestas se organizan
La presencia de Washington Pesántez en la Fiscalía General de la Nación causa malestar en varios sectores. Ayer, estaba previsto que Gabriel Salvador y otras personas realicen una protesta en la sede de la Fiscalía.
Salvador fue apresado, por varias horas, el martes pasado, cuando se quejaba en los exteriores de la sede de la Fiscalía, ubicada en las avenidas Eloy Alfaro y República, en el norte de Quito. En ese edificio, generalmente, trabaja Pesántez.
Salvador colocó entre dos árboles carteles con la leyenda: “Fiscal corrupto”. Él es el director de la Contraloría Social y fue uno de los testigos que acudió a la Comisión de Fiscalización para dar su testimonio dentro del proceso contra Pesántez. Denunció la adquisición del Porsche Cayenne, en USD 20 000, a través de un primo de la esposa del Fiscal.
Luego de la protesta se abrió una investigación penal contra Salvador, por supuesta rebelión. Según el asambleísta de Alianza País, Paco Velasco, la Fiscalía intentó presionar a un policía para que acuse a Salvador de otros delitos. La Fiscalía negó cualquier presión en esta detención.
Mientras tanto, Pesántez ayer estuvo en Chimborazo, su provincia natal. Participó en varios actos organizados por los 188 años de la independencia de Riobamba. Acudió al desfile cívico. El Municipio anunció que el Fiscal General recibirá una condecoración por su trabajo.