En esta consulta popular solamente el Consejo Nacional Electoral (CNE) establecerá el mecanismo de conteo rápido de los votos. Esto debido a que la Corporación Participación Ciudadana no realizará esta tarea por su cuenta.
Como lo explica su directora, Ruth Hidalgo, la convocatoria a la consulta fue tan rápida que les imposibilitó preparar un plan de conteo rápido. “Se necesita implementar un sistema informático y capacitar a los voluntarios”.
Que el conteo sea exclusivo del organismo electoral preocupa a la oposición, la cual considera que el proceso no será transparente. Los asambleístas César Montúfar y Andrés Páez (Unidos por la Democracia) advierten que el CNE no debe ser juez ni parte y que al no haber un mecanismo paralelo y neutral para contabilizar los votos, los resultados que se difundan no serán confiables. “Lo ideal hubiera sido que organizaciones independientes participen”, señaló Montúfar.
El vocal del CNE, Fausto Camacho, asegura que el Consejo implementó ese mecanismo para que la ciudadanía tenga resultados aproximados en poco tiempo. Será la primera vez que el Consejo realice este proceso de forma autónoma. En anteriores ocasiones esta tarea la realizaban entidades que eran contratadas o Participación Ciudadana.
Luis Villacís, del MPD, también critica que el conteo rápido lo haga un Consejo tan cuestionado. “El CNE está a favor del Gobierno; si todo el proceso queda en sus manos se pone en peligro la transparencia: pudiera haber fraude”.
El asambleísta Fausto Cobo (PSP) coincide en que al no haber un conteo paralelo e independiente esos resultados no serán confiables. “El CNE es una sucursal de Carondelet ¿Cómo confiar en sus resultados?”.
Del lado del oficialismo, el conteo del CNE no es un tema que inquieta. El asambleísta de Alianza País, César Rodríguez, dice que las quejas de la oposición son para justificar la victoria del sí. “El CNE ha demostrado llevar el proceso con transparencia”.
A la preocupación de los políticos de oposición se suma la menor intervención de delegados de la OEA en el proceso. Según Enrique Correa, jefe de la misión de observación, el organismo internacional enviará solo 15 observadores para el 7 de mayo. En las elecciones del 2009 este organismo envió a 100 personas.
Camacho asegura que no depende del CNE el número de veedores internacionales que vigile el proceso. “Hemos enviado invitaciones a 60 organismos electorales y depende de ellos la respuesta”. Hasta el momento han confirmado 42 delegaciones.
En lo que se refiere a los delegados de la OEA, Camacho dice que “ellos califican la importancia del proceso y deciden según su presupuesto los representantes que envían”. Así, en el plano internacional, la elección de autoridades, como ocurrió en 2009, pesa más que una consulta.
Pero para Montúfar, en este proceso se pone en juego la independencia de poderes y el futuro de la democracia. “Hubiera sido deseable que organismos internacionales hubieran asegurado una mejor observación”, enfatizó.
Las organizaciones calificadas para la campaña pueden registrar a sus delegados para seguir el proceso y alertar irregularidades. Villacís aseguró que la Coordinadora Plurinacional registrará un observador por cada junta receptora. El PSP y Unidos por la Democracia también tendrán su gente.
Por su parte Hidalgo asegura que la iniciativa del CNE es positiva pero que los observadores deben estar atentos al conteo.