La confusión es, por el momento, lo que se impone en el tema Yasuní y el deseo de llevar adelante una consulta popular para evitar o promover la extracción petrolera en esa área intangible. Las publicaciones de tres formularios de tres preguntas de distintas agrupaciones en este Diario es la expresión mayor de este dilema.
Para el constitucionalista Julio César Trujillo, autor de la pregunta que impulsa Yasunidos, sostiene que esta controversia solo intenta confundir a la gente que quiere apoyarlos.
Las alertas que se dan en las redes sociales sobre dos de esos formularios que usaron el diseño original de Yasunidos han sido recibidas como un ataque al colectivo. De hecho, se refieren a ellas como “falsetas”. Aunque los errores de una y otra parte han sido varios.
Yasunidos fue el primero en difundir los formularios para la recolección de firmas a través de un medio impreso nacional. Lo hizo el 8 de marzo.
También, este colectivo tuvo una imprecisión en el contenido publicitario de esos formularios. Indicaron que se necesita afectar unas 100 000 hectáreas de la selva para extraer 846 millones de barriles de crudo. En realidad se trataba de 1 000 hectáreas.
“Efectivamente es un error de imprenta. No son 100 000 hectáreas las que nosotros queríamos poner, eran 1 000. Es un error de imprenta”, dijo Patricio Chávez, vocero de Yasunidos a Radio Sonorama.
De los tres formularios, dos quieren impedir que se lleve adelante la explotación petrolera. Pero por su contenido, merecerían un tratamiento diferente. En el caso de Yasunidos, se refiere a mantener indefinidamente el petróleo bajo el área del ITT. La otra consulta, del Frente de Defensa Total de la Amazonía, quiere que se declare al Ecuador “libre de toda actividad extractiva”.
Por el contenido de ambas preguntas, el tratamiento sería diferente, según el analista Farid Simon. Mientras el primero se refiere a un tema específico de interés público, en el caso del Frente “el alcance implica una reforma constitucional”.
La tercera pregunta tiene otro origen: 30 alcaldes amazónicos que apoyan al presidente Rafael Correa. Y podría ser útil para los Yasunidos en caso de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) no valide las firmas presentadas o que la Corte Constitucional no dé un dictamen favorable a la pregunta formulada por Trujillo. Los electores, en esa eventual consulta, podrían decir que no.
Sin embargo, la pregunta de los alcaldes amazónicos tiene un aparente error. Se está consultando sobre algo que ya está permitido por la Asamblea Nacional, que calificó, el 3 de octubre del año pasado, que los bloques 31 y 43 del ITT son de interés nacional para la explotación petrolera.
Pero también podría ocurrir que las dos propuestas concretas sobre el futuro del Yasuní se fundan en una sola pregunta. De esta forma, se convertiría en un proceso débil, “un error y hasta un gasto innecesario”, añade Simon.
Yasunidos insistieron, en la conferencia de prensa que brindaron ayer, que toda esta controversia tiene un origen: el ánimo de burlarse de la gente, sobre todo cuando se pone reparos sobre formalidades.
“El CNE no quiere reconocer las firmas de la gente, a pesar que el art. 169 de la Constitución dice que no puede ser la justicia sacrificada por una mera formalidad. La gente es burlada porque se le toma por chiste”, dice Jorge Espinosa, vocero del colectivo ecologista- Pero para el presidente Rafael Correa, en su enlace del sábado pasado, los que engañan son “estos chicos de Yasunidos”, entre los cuales están aquellos que forman parte “los grandes perdedores de las últimas elecciones”.
Además, el Mandatario reiteró que no está en su intención “consultar sobre decisiones que tengo toda la atribución para tomar. Es que es un tema polémico; esa es la trampa”.
En esta coyuntura en la que los ecuatorianos se enfrentan a un escenario a tres bandas, está el riesgo de desprestigio al que pueden llegar la consultas.
En la Constitución de Montecristi se estableció como forma de democracia directa la consulta popular. Aquello la diferenciaría de la democracia representativa. Desde que Correa llegó a Carondelet, en el 2007, ya hubo tres consultas; de ellas, una ha sido llevada a cabo desde que se aprobó la Carta Magna del 2008. De lograrse la consulta de Yasunidos, sería la primera que desde la voluntad popular se lleve a cabo.
Sin embargo, esta proliferación de consultas y de preguntas, ha llevado a un proceso de deterioro de esta figura que pretende dar a la ciudadanía a una activa participación en la vida pública, según el profesor de Flacso, Teodoro Bustamante. “Ha sido como quitar este poder que teóricamente la institución da a los ciudadanos. Vamos a hacer una feria de consultas en que nadie sepa qué se está consultando”, finaliza.
En contexto. A tres semanas de que concluya el plazo para que Yasunidos presente las firmas de aval para convocar a una consulta, aumentó la polémica. La razón: los alcaldes amazónicos y el Frente de Defensa de la Amazonía intensificaron las campañas para sus consultas.
- ¿Está usted de acuerdo en que el Gobierno ecuatoriano mantenga el crudo del ITT, conocido como bloque 43, indefinidamente bajo el subsuelo? Yasunidos
- ¿Está usted de acuerdo con declarar al Ecuador libre de toda actividad extractiva;y,en general, libre de proyectos que afecten a la pachamama y al patrimonio ambiental tales como proyectos hidrocarburíferos, mineros, entre otros? Frente de Defensa Total de la Amazonía
- ¿Apoya al presidente constitucional de la República, Econ. Rafael Correa Delgado, en su propuesta para la explotación de petróleo en un área no mayor al 1 por mil del Parque Nacional Yasuní y que el producto del petróleo que se extraiga del bloque 43 (campo ITT) se destine a la lucha contra la pobreza, la protección ecológica del país, el financiamiento de los planes de vida de las comunidades ancestrales y la dotación de servicios básicos? Alcaldes amazónicos