Este miércoles, un grupo de trabajo conformado por la OEA presentará ante el Consejo Permanente un documento en el que se plantean recomendaciones para reformar el Sistema Interamericano de DD.HH.
Se trata de sugerencias que atañen al funcionamiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Salvo el caso específico de la Relatoría para la Libertad de Expresión, las recomendaciones apuntan al perfeccionamiento del sistema.
Pero, entre la CIDH, las ONG y la sociedad civil hay preocupación, pues se piensa que los cambios podrían acabar por debilitar a la Comisión.
Entre los cambios planteados figura que el informe anual de la Relatoría, que evalúa la libertad de expresión en los 35 países de la región, se integre al informe anual de la CIDH.
En otras palabras, que sea un capítulo más, lo cual le restaría visibilidad. Algunos creen que, incluso, esto podría acabar con el informe, pues los capítulos de las relatorías no suelen tener más de una página, mientras que el de libertad de expresión suele llegar a 400.
También se pide igualar el financiamiento de todas las relatorías. Dado que la Relatoría para la Libertad de Expresión recibe más del triple de los recursos, vería su presupuesto reducido. Además se quiere prohibir que capte fondos de cooperantes externos a la OEA.