El Consejo de Transición de la Judicatura de Ecuador, encargado de reformar todo el sistema judicial, cumple hoy un año de labores durante el cual posesionó a la Nueva Corte de Justicia e inició el tratamiento de causas represadas.
La reforma arrancó a fines de julio de 2011 con la posesión del Consejo de la Judicatura Transitorio que deberá transformar el sistema en 18 meses, hasta enero de 2013, por mandato del referendo del 7 de mayo de ese año, convocado por el gobierno.
El Ejecutivo impulsa la reestructuración como un medio para combatir la inseguridad, percibida como uno de los principales problemas por parte de la población.
El presidente Rafael Correa destacó el trabajo del consejo y dijo que “se está desconcentrando el servicio de justicia, atendiendo causas represadas por décadas, por primera vez, los jueces son escogidos por concurso nacional de merecimiento”.
El organismo conformado por un representante del Ejecutivo y Legislativo y de la llamada Función de Transparencia y Control Social, con 325 millones invertidos de un total de 600 millones, designó a la nueva Corte Nacional de Justicia, eligió a 210 jueces y otros 101 para la familia, mujer y adolescencia. Además, evaluó a 5.456 servidores judiciales, de los cuales 4.076 aprobaron el proceso.
Pese a que el Consejo tiene en ejecución 213 proyectos de infraestructura civil a nivel nacional, está pendiente la construcción más ambiciosa que es el complejo judicial que unificará a la Judicatura, la Corte Nacional de Justicia (CNJ) , la Corte Constitucional (CC) y la Corte de Pichincha.
Este último eje de gestión tiene un avance del 28%, lo cual fue cuestionado por el informe de la veeduría internacional, presidida por el ex juez español Baltazar Garzón y conformada por otras personalidades latinoamericanas.