El movimiento en el interior de la casa parroquial de Sicalpa del cantón Colta en Chimborazo es intenso. Un grupo de misioneros de la Pastoral Católica Indígena trabaja en la adecuación de tres aulas de la Unidad Educativa Intercultural Bilingüe Pachayachachik. Allí se hospedarán 200 de las 400 personas que participan en la marcha denominada por el agua y por la vida.
La caminata se inició el 8 de este mes desde Zamora y esta previsto que arribe hoy a las 16:00 hasta este cantón de Chimborazo. No hay colchones, ni camas en los 30 m2 de cada aula. El piso de cerámica es cubierto con tablas triples, esteras y cartones.
Pedro Yépez, presidente de la Pastoral Social Indígena de Sicalpa, dice que no hay dinero para comprar cobijas, ni colchones para atender a los caminantes. Sin embargo, los cartones y esteras ayudarán a protegerse del intenso frío de la noche y madrugada.
La labor se inició a las 08:00. Con el apoyo de la hermana Isabel Fonseca se logró cubrir todo el espacio disponible.
Yépez cuenta que las 28 comunidades que integran la parroquia aportaron con cinco quintales de papas y uno de arroz, y otros productos que se utilizarán en la preparación de la merienda y el desayuno. 10 mujeres se encargarán de la cocción de los alimentos. “Hay cinco comisiones que están trabajando para recibir a nuestros compañeros”.
En una estrecha cocina, los comuneros guardan dos ollas gigantes de aluminio. Hay grandes lavacaras y cucharas de palo. A un costado se almacena la leña que donaron los comuneros. “Esperamos que llegue más colaboración en las próximas horas”.
En esta tarea aporta Melchor Muyulema, misionero de la parroquia. Él se encarga de barrer y limpiar cada rincón de los cuartos. Comenta que decenas de personas de los pueblos se unirán a la marcha que esta previsto que salga el viernes a Riobamba. Para atender a los caminantes ayudarán más de 40 comuneros.
La casa comunal del barrio Santo Cristo también fue adecuada para hospedar a la otra parte de la delegación. “En los dos sitios está previsto que se alojen 400 personas. Todos están colaborando en esta minga”.
Carlos Vera, párroco de Sicalpa, apoya la marcha. Por eso prestó las instalaciones de la casa parroquial. Él comparte la lucha que iniciaron los movimientos indígenas del país por el agua y por la vida. No está de acuerdo que el Gobierno haya entregado grandes extensiones de tierra a las empresas mineras. Y advierte: “Ellos destruirán el ambiente y afectará a la población. Hay que cuidar el recurso agua y por eso estamos defendiendo este recurso”.