Los requisitos que Ecuador y Colombia han impuesto para el restablecimiento de las relaciones se concretan. Hay más presencia militar de los dos países en la frontera.
Este ha sido el principal punto de discordia entre los dos países, incluso antes del ataque de Angostura, en el 2008.
En los últimos 15 días ambos países han realizado estrictos operativos en la zona fronteriza. Este fin de semana, el Ejército colombiano dio de baja a 30 guerrilleros en la zona del Putumayo, fronteriza con Ecuador.Este operativo, sin embargo, generó varias declaraciones diplomáticas la tarde del domingo. Por un lado, Colombia -a través del presidente Juan Manuel Santos y del Ministro de la Defensa- agradeció los esfuerzos de Ecuador por controlar su frontera.
Pero Ecuador, por intermedio del Ministerio Coordinador de Seguridad, aclaró que no intervino en esos combates.
Sin embargo, el vicecanciller Kintto Lucas aseguró que las acciones armadas del fin de semana demuestran que “ya existe mayor presencia militar. Nosotros hemos pedido que Colombia tenga presencia y no nos obligue a nosotros a hacer todo el trabajo. Pero hay que ver a futuro si se transforma en una presencia del Estado colombiano en la frontera”.
Para el ex diplomático Abelardo Posso, los operativos demuestran “que hay una intención de tratar de mejorar las relaciones bilaterales de lado y lado. Aunque no veo una política de acercamiento militar, hay ideas similares de presencia en la frontera norte”.Estas intenciones se fortalecieron desde la llegada de Santos a la Presidencia. Los dos países han dado un giro en su política internacional. Esto permitió que se avance en el cumplimiento de las demandas. Entre ellas, la entrega de la información de los discos duros de los computadores del ex líder de las FARC, Raúl Reyes.
Estos aparatos fueron puestos en manos de las autoridades ecuatorianas, luego de la posesión de Santos. Aunque los técnicos ecuatorianos no han podido descifrar su contenido.
Asimismo, otro de los requisitos de Colombia fue la suspensión de los procesos legales en contra de sus autoridades, por el bombardeo del 1 de marzo.
Un tercer punto entre los dos estados tiene que ver con la corresponsabilidad en materia de refugiados. La semana pasada, comisiones técnicas de Quito y Bogotá se reunieron para buscar medidas para ayudar a los desplazados y facilitar su retorno.Ahora se evidencia un proceso de fortalecimiento de la seguridad en la zona limítrofe. “El diálogo ha mejorado y hay señales positivas. Suponemos que la colaboración policial y militar es parte de ese mejor clima bilateral”, aseguró Andrés López, catedrático especialista de la Universidad Nacional de Colombia.
No obstante, para el coronel (r) ecuatoriano Luis Hernández, el ataque del domingo en el Putumayo, no fue una colaboración directa entre las fuerzas militares de los dos países, sino el resultado de un trabajo de Inteligencia de Colombia, y la reacción ecuatoriana a un enfrentamiento anterior entre la guerrilla y los uniformados del otro lado de la frontera.
“De forma indirecta (los militares ecuatorianos) contribuyeron al éxito de la operación colombiana, pero no necesariamente fue algo coordinado”.
fakeFCKRemoveLuego del operativo, la Comisión Binacional de Frontera (Combifron) se reactivó. Por lo que el intercambio de información ha sido permanente, según fuentes militares. Esto lo confirma también la diplomacia ecuatoriana. “ Yo me comunico con la Cancillería colombiana una o dos veces a la semana”, dijo el canciller Ricardo Patiño, el viernes pasado en Bogotá.
Gabriel Misas, investigador del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, cree que estos mecanismos de intercambio de información han ayudado a crear un “yunque y un martillo”. Mientras Colombia presiona de un lado de la frontera, Ecuador reforzó su vigilancia y control, para que ningún guerrillero cruce al lado ecuatoriano.