La Ley de Medios va contra la corriente. Mientras en el continente la titulación obligatoria para los periodista es desechada, en el país se quiere aplicarla con fuerza. No solo se pretende obligar a tener un título en Comunicación a los encargados del proceso informativo sino también a directores. Según la propuesta de la Comisión Legislativa, deberán ser comunicadores titulados el Director y Jefe de Información, el Jefe de Redacción, el redactor, editor y corresponsal o quienes ejerzan labores iguales. Algo similar se propone para radio y TV. En ningún país de la región donde existe la colegiatura obligatoria (Venezuela, Colombia, Chile, Nicaragua y Cuba, donde se exige un título de cualquier especialización) se establece que un director tenga que ser periodista graduado. El espíritu de la colegiatura es que las personas que elaboran la información sean profesionales, pero un director tiene tareas gerenciales. La titulación obligatoria apareció en el continente en la década de los setenta. En esos años, la mayoría de naciones, incluida Ecuador, puso en vigencia leyes de Periodistas, pero sin resultados. En Ecuador esta norma se emitió en 1975, pero no se ha aplicado. Solo en Venezuela rige a rajatabla. Por eso, Brasil, Argentina, Costa Rica, EE.UU., El Salvador, México, Panamá, Paraguay, Rep. Dominicana y Uruguay abolieron la colegiatura. Esta tendencia va de la mano con un fallo de la Corte Interamericana de DD.HH., a favor del periodista Stephen Schmidt. Él había trabajado en dos diarios de Costa Rica y fue demandado por el Colegio de Periodistas, amparado en su ley, por ejercer ilegalmente la profesión. La justicia falló contra Schmidt, pero él llevó el caso a la Corte Interamericana. En noviembre de 1985 ese tribunal señaló “que la colegiación obligatoria (…) es incompatible con la Convención Interamericana de DD.HH. sobre las libertades de pensamiento y de opinión”. Ecuador es firmante de ese tratado. Pero la Comisión Legislativa señala que la propuesta es para que el proceso informativo sea profesional.