La coherencia de Correa

Si alguna aspiración pudo haber tenido Rafael Correa para convertirse en el líder de la Alba en el supuesto de que Hugo Chávez se retire, la acaba de arruinar con su posición sobre la Cumbre de las Américas.

Si bien hay que admitir que Correa ha sido coherente con su discurso (en la última cumbre ya dijo que esperaba que sea la última sin Cuba), también es evidente que ha hecho un papelón y ha quedado como muchacho resentido.

Correa quiso liderar el boicot a la cumbre al anunciar a comienzos del año de que los países de la Alba no asistirían a la Cumbre en Colombia si Cuba no iba a estar presente. Sin embargo, sus amigos de la Alba le hicieron el vacío y decidieron acolitar al anfitrión Colombia no sin antes advertir que sería la última vez que irían sin Cuba.

Pero en lugar de hallar una fórmula decente para no proyectar la imagen de niño abandonado y asistir a una cumbre donde casi todos, incluido Brasil y la propia Colombia, están de acuerdo en que hay que incorporar a Cuba en algún momento, optó por adoptar una posición zigzagueante y poco pragmática. Hasta que se quedó solo y como un “loser”, palabra que, según lo dijo en Twitter, no le gusta utilizar.

Corrección: En mi columna anterior titulada ‘La mentira del golpe’ decía, equivocadamente, que el Ministro de Seguridad había puesto en su cuenta Twitter una consigna en contra de supuestos golpistas durante el día en que la marcha indígena llegó a Quito. L a verdad es que la consigna estaba en la cuenta @ppsesa del Ministro del Interior.

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