Toty Rodríguez, modelo y actriz, habla de la corrupción en el Gobierno y la libertad de expresión
¿Cómo le fue en su paso fugaz por la política?
Fue con la ID, a la que yo me pertenezco todavía, no me he desafiliado. Han cometido tonteras, pero no me desafiliaré. El canciller Diego Cordovez me ofreció la Dirección del Departamento Cultural de la Cancillería.
¿Qué sabor le dejó?
A mí se me quedaron los sueños en carpetas porque conocí cómo era la burocracia, conocí todas las limitaciones. En este país sobre todo hay corrupción. La burocracia es un pulpo que te impide hacer cosas. Es algo espantoso.
¿Nunca más en el Estado?No, no. A mí que me paguen USD 20 000 sí voy (risas).
¿Cómo ve las amenazas contra las libertades, especialmente de expresión?
La libertad es la cosa más maravillosa que tiene un ser humano. Yo siempre defenderé eso. Entonces, cuando se amenaza contra las libertades me parece terrible. Todo lo que coarta la libertad es malo. Yo creo que el socialismo auténtico fue bueno porque sí lo viví; pero cosas así como ahora son estúpidas. Lo de la libertad en países como Cuba es la falla del socialismo y si vamos a caer en eso aquí en el Ecuador me parece trasnochado porque ya eso se mostró negativo y eso da pie a una corrupción espantosa.
¿Corrupción espantosa de quién o de quienes?
Yo sé que en este momento se están cometiendo actos de corrupción gravísimos, tanto o mayores que en otros períodos. Puede que el Presidente sea honesto pero hay un montón de funcionarios al lado de él. ¿Acaso que no hay un montón de gente que sabemos? No voy a citarlos para que no me metan presa. Gente con mucho talento que se está enriqueciendo inmensamente con este Gobierno. ¿Acaso que no hay corrupción en muchas cosas?
¿Cómo salta del Conservatorio de Música a modelo y luego a actriz?
Hubo gente que me propuso que participara en Miss Ecuador. Me insistieron tanto y como el premio era irse a Londres al concurso Miss Mundo, dije ahí sí. Se me prendió el foquito, me fascinó ver otros horizontes. Me tuvieron que prestar un vestido de baño. Lo cierto es que gané el concurso y empecé a viajar.
¿Cómo le fue en el extranjero y especialmente en París?
Me enamoré de París. (…) Conocí a un Conde dueño de grandes extensiones que nos hizo invitaciones. Ese fue el inicio de una vida con el jet set de París, que fue una vivencia muy importante.
¿Cómo ve las obras con figuras nacionales?
En el Ecuador necesitamos tener autoestima y saber que fuimos grandes.
¿Su estancia en República Dominicana y la era de Joaquín Balaguer?
Llegó un momento en el que yo me sentí realmente atormentada porque lo que nos contaban los intelectuales y artistas sobre Balaguer era terrible. Era un monstruoso que mandaba a matar a los periodistas, a los intelectuales.
¿Su vida personal cómo andaba?
Nunca me casé por principio filosófico y personal. Un año mantuve mi virginidad en París. Se burlaban de mí.