El Consejo Nacional Electoral (CNE) trata de borrar cualquier duda sobre las elecciones del domingo próximo.
Para ello, busca el respaldo de las misiones de observadores nacionales e internacionales acreditados para el proceso.
Sin embargo, estas organizaciones también han manifestado algunas dudas sobre temas específicos, como el sistema informático y el acceso a la información permanente.
La Unasur presentará su primer reporte el viernes próximo. Según Wilfredo Penco, uno de sus delegados, en este informe se establecerán todos los logros y falencias que han encontrado en el proceso.
Ayer, a cinco días de las elecciones, el CNE mantuvo un taller con los observadores para explicarles todos los logros de su administración frente a los comicios.
“Hemos agotado infinitos recursos, humanos y tecnológicos”, comentó Domingo Paredes, presidente del CNE.
Se espera que esto ayude a que la credibilidad se incremente. El titular del organismo electoral señaló que “múltiples voces han tenido como bandera deslegitimar los resultados del día domingo”, pero se han buscado los mecanismos para frenar la posibilidad de fraude.
Pero ni los observadores internacionales han aplacado las críticas que los políticos. El motivo principal: la falta de respuestas a las denuncias. Aquí algunos de los cuestionamientos al proceso.
Padrón electoral inflado
Según Enrique Mafla, inge- niero en Sistemas existen casi 1,3 millones de votos que pueden marcar la diferencia en los comicios. Según dijo, el padrón electoral está inflado y no ha sido depurado por el Registro Civil. “Las cifras no coinciden con el censo poblacional que se realizó en el 2010, con el padrón del 2011 y las proyecciones de crecimiento de la población hasta ahora”.
Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) aclaró que en el padrón de 11 380 725 ecuatorianos se incluyen a todos los habilitados para votar: es decir quienes cumplirán los 16 años hasta el 17 de febrero, los presos sin sentencia y personas de la tercera edad y con discapacidad.
El problema es que también aparecen en el padrón personas muertas, pues el Registro Civil no limpió sus registros a tiempo.
Voto de la Fuerza Pública
Los militares y policías estarán empadronados en el lugar de su domicilio. Sin embargo, gran parte de ellos, más de 60 000, tendrá que votar en diferentes recintos porque estarán destinados al control y seguridad del proceso electoral en todo el país.
Por ello, a todos se les asignó una credencial especial que los identifica como militares y policías, y que en el momento de votar será retenida en la mesa en que sufraguen. Este mecanismo evitará que voten más de una vez.
Sus sufragios se registrarán en 16 casilleros vacíos del padrón electoral que tendrá cada mesa.
El presidente de la Delegación de Pichincha del CNE, Diego Tello, explicó que los miembros de las juntas receptoras del voto deberán devolver los carnés que fueron retirados a la Delegación, para comprobar las cifras.
Seguridad en el escrutinio oficial
Para evitar cualquier inquietud sobre un posible fraude, el CNE contrató a la empresa colombiana Locknet, para que establezca medidas de seguridad en el sistema informático y en el servidor, en donde se alojarán todos los datos del conteo oficial de votos.
Según José Luis Gavilanes, director de Informática Electoral, se han establecido seguridades para la información, las telecomunicaciones, las redes y los equipos. Esto permite “protegernos de cualquier intromisión”.
Guillermo Saad, de Locknet, explicó que van a existir dos redes diferentes: la que contiene el ‘software’ de conteo y sale de las Juntas Intermedias, y la red de publicación de los datos en Internet, que es independiente.
Además, se contrató a Kevin Mitinick, un ex ‘hacker’, para el control de todo el proceso.
El conteo rápido de votos
El sistema de conteo rápido fue provisto por la delegación electoral de República Dominicana. Además, alquiló 1500 escáneres, que permiten transmitir los datos de las actas vía red 3G.
Estos escáneres estarán ubicados en los recintos electorales seleccionados, que abarcarán el 35% del total del país. Aunque ayer el Presidente del CNE dijo que se espera tener entre el 50 y 60% de las actas. Una vez que estas cifras sean enviadas desde las juntas receptoras de votos se almacenarán en una base de datos exclusiva para ello.
Roberto Rosario, titular de la Junta Electoral Dominicana, explicó que en tres elecciones pasados el sistema de conteo ha sido confiable y no ha tenido errores.
Pero las organizaciones políticas no creen en la independencia de los resultados.
Transparencia de la información
Para evitar las críticas de las organizaciones políticas y los rumores de fraude, el CNE ofreció dotar de acceso a las imágenes de las actas de escrutinio que sean digitalizadas. Esto permitirá a cada agrupación contrastar la información oficial con las actas físicas que se entregarán a cada agrupación luego del conteo.
Para ello, las organizaciones políticas deberán designar a sus delegados y registrarlos en el Consejo Electoral, para su acreditación.
Los datos serán instalados en una central exclusiva para ello, para evitar ataques externos.
Pero las organizaciones políticas no confían en el proceso. Por ello, han establecido mecanismos de control y vigilancia.
Por ejemplo, Creo sacará copias de todas las actas. Ruptura, MPD-PK y PSP pondrán un delegado en cada recinto electoral.
Planes de contingencia
Durante el primer simulacro del sistema de transmisión de datos, el mayor problema fueron las telecomunicaciones, que en un momento se interrumpieron, lo que impidió la transmisión de los datos del escrutinio.
Sin embargo, ahora el CNE ha asegurado que estos inconvenientes han sido superados. Para ello, se definieron tres canales de comunicación independientes y diferentes por cada Junta Intermedia, para que si uno deja de funcionar, lo supla otro.
Además, la firma Locknet explicó que estas comunicaciones estarán encriptadas, para evitar cualquier intromisión y evitar que se pueda descifrar el contenido de los datos.
Además, en cada Junta Intermedia existirán equipos y redes que solventarán cualquier inconveniente el día de las elecciones.