La propuesta del Consejo Nacional Electoral (CNE) de revisar en 10 días las 4 836 758 de firmas que entregaron las organizaciones políticas para reinscribirse, supone una carrera contra el tiempo.
La razón: cada día se deberían revisar 483 675,8 firmas, para concluir en el plazo fijado, que empezará el 20 de agosto.
En este proceso se estudiará el 100% de las rúbricas que entregaron las agrupaciones políticas nacionales, para inscribirse para las próximas elecciones. Esto, luego de que se denunciara que miles de firmas que estaban en los formularios fueron adulteradas.
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En una primera revisión (del 10%) se determinó que un 19% en promedio de las rúbricas validadas eran falsificadas.
Ahora, para la revisión total, el CNE empezó el 8 de agosto pasado un proceso de contratación de 2 700 digitadores a escala nacional. Ellos se encargarán de revisar y comparar las rúbricas presentadas por las agrupaciones políticas en sus formularios de reinscripción con la base de datos que posee el Registro Civil.
Los digitadores trabajarán en tres turnos de ocho horas diarias, para completar las 24 horas del día. Esto implica que cada uno de ellos deberá revisar 179 firmas cada día. En cada hora del turno de trabajo, cada digitador deberá observar 22 rúbricas.
Además, el Consejo Electoral contratará grafólogos de la Fiscalía, para resolver las dudas sobre la validez o no de una firma.
Sin embargo, en el país no existen suficientes peritos que puedan cumplir con este trabajo, según explicó el presidente del CNE, Domingo Paredes, la semana pasada. Por ello, aún se analiza la opción de destinar un grafólogo por cada 20 digitadores.
Una vez terminada la contratación, el CNE realizará una capacitación a los digitadores sobre el uso del sistema informático del organismo, de la base de datos del Registro Civil y fundamentos de grafología e identificación visual.
Este proceso terminará esta semana, pues el lunes empieza con la verificación total de las firmas.
Para las organizaciones políticas este proceso despierta dudas y sospechas. Juan Carlos Solines, de Concertación, aseguró que un problema es la base de datos con la cual se compararán las firmas.
Asimismo, el asambleísta Gilmar Gutiérrez (PSP) criticó la forma en que se contratará a los digitadores y la capacitación que recibirán. “¿Quiénes son estas personas?, ¿cuán capacitados estarán para que con un solo clic puedan borrar del escenario político a una organización o partido?”, cuestionó el legislador.
Además, mostró su preocupación por la extensión del plazo para que las organizaciones políticas recojan las firmas de apoyo, para su reinscripción hasta cumplir con la base de 158 000 firmas validadas. El CNE resolvió que las agrupaciones tendrán plazo entre el 30 de agosto al 24 de septiembre para captar nuevas adhesiones en reemplazo de las que lleguen a desecharse.
“Más grave es que vaya a irrespetarse la Ley y la Constitución. Si hay agrupaciones que compraron firmas por qué se les debe dar más plazo. Vamos a llegar al proceso electoral en medio del caos”, manifestó molesto Gutiérrez.
El CNE no da marcha atrás en este proceso. Por lo que los partidos y movimientos políticos ya preparan a sus equipos para vigilar el trabajo que realizarán los digitadores. Así, por ejemplo, PSP destinará a 500 personas durante las 24 horas del día para que controlen el proceso.
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