Pasadas las 21:00 del miércoles, Humberto Cholango, presidente de la Conaie, dejó el coliseo de la Unidad Educativa Nueva Primavera. Allí se concentraron los caminantes de la Marcha por la vida.
Antes de salir, afirmó a sus coidearios que se dirigiría al norte, a San Miguel de Calderón, para encontrase con las comunidades indígenas de Imbabura que llegan para la marcha.
Mientras tanto, los marchantes se alistaban para pasar la noche en ese establecimiento educativo de Guamaní. Cholango, antes de irse, anunció que habían llegado 80 esteras para que los manifestantes pasen la noche en el coliseo del lugar.
Algunas esponjas eran ubicadas sobre el piso y sobre ellas decenas de personas se acomodaban. Manifestantes también se instalaban en aulas para enfrentar el intenso frío de la capital.
Una delegación de las Misioneras Lauritas, que trabajan con indígenas, llegaron junto con los marchantes y les ofrecieron posada en su albergue en El Tejar. Según Inés Zambrano, de la congregación religiosa, esperaban buses para llevar al menos 80 personas.
Bandas musicales y danzas acompañaban a los caminantes.
“¡Viva la Conaie!, ¡vivan los movimientos sociales¡, ¡viva el Ecuador¡, ¡abajo la minería!” se escuchó a la salida de Cholango del recinto, quien insistió a su gente que la concentración será a las 08:00 de mañana del jueves. Está previsto también un ritual a las 04:00.