Chinchilla ofrece un estilo distinto

Este 8 de mayo, Costa Rica no solo estrenará un nuevo Gobierno. También comenzará una historia nueva en su vida democrática con una mujer al mando por primera vez.

Laura Chinchilla Miranda, de 50 años, asumirá ese día las riendas del país con la promesa de imponer un nuevo estilo en la forma de conducir el Gobierno: el diálogo con todos los sectores sociales.

Esa línea, que Chinchilla ya comenzó a trazar como mandataria electa, también significará un estreno para la política interna de esta nación centroamericana.

El país lleva cuatro años dirigido por Óscar Arias, dos veces en el poder y premio Nobel de la Paz en 1987. En la política interna, Arias se ha mostrado como un presidente poco accesible.

fakeFCKRemoveChinchilla, quien fuera su vicepresidenta y contó con el respaldo oficial, muestra ahora un giro en el estilo: en las primeras semanas, tras resultar electa, visitó a sus principales rivales y se comprometió a apoyar algunas de sus iniciativas una vez que asuma el mando de este país.

“Ya Costa Rica ha venido viendo los primeros pasos, del estilo, con mucho trabajo en equipo, mucho proceso de consulta y una gestión muy horizontal de diálogo con todos los sectores”, dijo la Mandataria electa a GDA.

Sin embargo, la nueva Mandataria tiene una desventaja. Aunque en la elección presidencial Chinchilla ganó con un 47% de los votos válidos y su inmediato rival quedó a 22 puntos porcentuales, sus simpatizantes quebraron el voto y no la favorecieron igual en el Congreso.

De 57 diputados posibles, el oficialismo ocupará 24 escaños. Es decir, ni siquiera la mayoría simple de 29 legisladores.

En cambio, la oposición ocupará 33 curules. Ese panorama de desventaja numérica obligará al oficialismo a buscar alianzas y a negociar para impulsar sus planes.

Chinchilla enarboló en la campaña electoral la bandera de la lucha contra la inseguridad, a la postre el principal problema que inquieta a los costarricenses.

La futura Mandataria pidió a sus rivales respaldar un paquete de proyectos de ley destinados a sustentar sus programas de seguridad. Chinchilla dialoga también con esos partidos sobre sus planes económicos y de lucha contra la pobreza. A cambio, ofrece respaldo a iniciativas opositoras.

Las prioridades que establece la Presidenta electa son claras: “Reactivación económica para la generación de empleo, articular mejor la lucha contra la pobreza y la seguridad ciudadana”.

A partir del 8 de mayo, Costa Rica comenzará entonces a saber si un nuevo estilo de gobernar le dará nuevos frutos.

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