Ricaurte: ‘La batalla del Gobierno contra la CIDH fue un fracaso’

César Ricaurte. Director de Fundamedios

César Ricaurte. Director de Fundamedios

César Ricaurte. Director de Fundamedios

Entrevista a César Ricaurte. Director de Fundamedios

¿Cuál es la agenda que Édison Lanza, nuevo relator de la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) debe trazar para Ecuador, permanente crítico del trabajo de esta instancia?
Esta Relatoría hace un trabajo de supervisión y vigilancia del derecho a la libertad de expresión en todo el continente. El problema es que el Gobierno de Ecuador sobre reaccionó cuando la Relatoría hizo observaciones o cuando la CIDH recibió en audiencias a la sociedad civil o a la prensa.

Ecuador quiso, dentro de su propuesta de reformar la CIDH, redimensionar el papel de la Relatoría impidiendo, por ejemplo, su capacidad de captar recursos propios.
Hay una enorme susceptibilidad frente al trabajo de la Relatoría que no tenía que entenderse como que tenía alguna dedicatoria. Relatoría ha cuestionado a países como EE.UU. Pero más allá de eso, el nuevo Relator ha mostrado su apertura a trabajar y dialogar con las autoridades ecuatorianas. Hay una agenda pendiente, porque mientras que el conflicto ha avanzado con la CIDH, dentro del Ecuador han avanzado las restricciones a la libertad de prensa en el Ecuador. La Ley de Comunicación incumple todos los parámetros de la Convención Interamericana y sobre eso el Gobierno no quiere dialogar.

¿Sobre qué aspectos el Gobierno puede dialogar cuando el último informe de la relatora saliente, Catalina Botero, dice que el Ecuador, luego de Cuba, es el país con más restricciones?
Y ese informe es totalmente descriptivo. Eso dicen los datos. Por eso hay que entender que mientras el Gobierno se enfrascó en esta pelea con la CIDH, por el otro lado ha ido socavando las libertades en el país.

Dado el nuevo momento que el Ecuador vive en sus relación diplomáticas, como la necesidad de mantenerse en los foros multilaterales como la OEA, para acceder a líneas de financiamiento, ¿el conflicto con la CIDH se irá debilitando?
El Gobierno palpó la realidad. En un inicio quiso actuar en los escenarios internacionales como lo hizo casa adentro. Es decir, avanzar de forma arrolladora sin encontrar resistencias. Todo esto, la pelea con la CIDH resultó ser un gran fracaso para la política internacional del país. Los gobiernos de las Américas señalaron claramente que el plan de reformas a la CIDH se cerró en marzo del 2013 y que seguir en una discusión eterna no era la adecuada. Una política de casi chantaje a todos los gobiernos está destinado a no progresar. Al final del día el país se quedó aislado.

¿La llegada de Lanza bajará las tensiones?
Sería lo más deseable. Lo primero que tendría que hacer el Gobierno es evitar las descalificaciones a priori del sistema de derechos humanos. No puede haber diálogos sobre la base de los insultos y las acusaciones sin fundamento. La llegada de Lanza es una gran oportunidad para reconstruir las relaciones con la Relatoría. La sociedad civil en Ecuador quiere ese diálogo.

¿Cuál es el legado que deja la gestión de Botero?
Ella deja la vara muy en alto. Antes, la Relatoría era prácticamente desconocida. Si nos salimos del conflicto con Ecuador vamos a ver que Catalina desarrolló muchos estándares sobre libertad de expresión en temas como radiodifusión comunitaria, crímenes de periodistas, y en el desarrollo del derecho. También se encontró con gobiernos reacios.

Su hoja de vida: César Ricaurte es periodista y director de Fundamedios, organización que monitorea la libertad de expresión en el país.
Su punto de vista: Ecuador debe bajar la confrontación y dialogar con el nuevo Relator de la Libertad de Expresión.

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