César Montúfar es presidente del Movimiento Concertación y catedrático de la Universidad Andina Simón Bolívar. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
Entrevista
César Montúfar/ Presidente del Movimiento Concertación
La reunión de dignatarios seccionales en Cuenca apeló a la unidad. ¿Le parece que, al menos por el momento, quedó en algo discursivo?
Es una iniciativa positiva, necesaria y que evidentemente es un primer paso. Ahora le falta concretarse. Hay una demanda nacional de todos los sectores democráticos de encontrar una vía que tiene por necesidad ser unitaria para que en Ecuador pueda existir una alternativa que le dé viabilidad a un sistema democrático, que instale en el país un estado de derecho, que permita tener una economía y una sociedad que tenga futuro.
Una construcción colectiva que no llamó a Compromiso Ecuador, a Creo, a Concertación…
Pero que tampoco cerró las puertas y creo que todos los actores que tenemos genuinamente la voluntad y la fuerza de construir y aportar nos sentimos o nos vamos a sentir parte de un proceso unitario. Lo importante es saber hacia dónde avanzar. Es necesario tomar posición clara frente a las enmiendas, algo que faltó en Cuenca. Más allá de anuncios generales de un acuerdo, todo los sectores democráticos del país debemos tener una postura clara frente a las enmiendas a la Constitución.
¿Por qué cree que no hay una postura clara frente a las enmiendas?
Porque en muchos casos los gobiernos y los líderes locales, que han dado este paso, tienen otros elementos y otros temas de interés.
¿Qué temas de interés?
La defensa de los recursos para el trabajo de los gobiernos
autónomos descentralizados.
Pero en Cuenca se sostuvo que están más allá de sus intereses locales y que piensan en una agenda nacional…
Por eso faltó precisar sobre las enmiendas. Además, si se habla de unidad, el primer paso es precisar para qué esa unidad. Y esta tiene que darse sobre un acuerdo de avanzar en un proyecto político de la oposición que vaya más allá de pretender un correísmo sin Correa. No es solamente reemplazar un personaje a través de la vía electoral, sino pensar en un modelo de régimen político y de sociedad que tiene que venir después del correísmo.
¿Qué le hace pensar que no hay este reemplazo de modelo político y económico? No parece que Nebot y Rodas piensen en ser el correísmo sin Correa…
Hay que concretar hacia dónde se debe avanzar. La pluralidad, más allá de las diferencias de trayectorias ideológicas, es un elemento importante, pero a partir de allí se debe definir candidaturas únicas.
¿Es momento de pensar en candidaturas?
Lo importante de Cuenca es que marca el paso a un momento preelectoral. Las elecciones serán en dos años, pero la definición de candidaturas desde la oposición tiene que darse desde ahora.
Pues dicen que no están pensando en candidaturas…
¿Entonces la unidad para qué? Si no tiene una perspectiva de poder no entenderé el sentido de la reunión de Cuenca. Tiene que tener una perspectiva de poder y eso pasa por las elecciones, pasa por luchar contra las enmiendas y pasa por definir una política alternativa al correísmo. Es claro que esto es una convocatoria política que persigue el poder y en democracia se logra el poder a través de las elecciones.
Los de Cuenca tienen una ventaja: tuvieron victorias electorales y eso le da un sentido distinto a lo que hace Compromiso Ecuador. A Creo no le fue bien en las seccionales; Concertación es un enigma.
Sería inaudito que quienes ganaron legítimamente las elecciones a Correa con un escenario inclinado se retiren de esa lucha nacional y caminar juntos para que en Ecuador se restaure la democracia. La lucha contra el autoritarismo y la perspectiva de unidad para llegar a ese poscorreísmo no es monopolio de quienes ganaron esas elecciones.
Usted se refiere a las enmiendas, pero Compromiso Ecuador tiene dos intentos fallidos y muchos han señalado que en realidad son una catapulta para impulsar la candidatura de Lasso…
Los que hacemos política buscamos crecer en un espacio político y eso no s reprochable. Que alguien que tenga una aparición y que esté apuntando hacia algo mayor es obvio. Y lo hacen con legitimidad.
Si en democracia se logra el poder con las elecciones, el voto legitima, y eso pasa con Correa y con las autoridades seccionales…
Sí, pero también en democracia se legitima la lucha, la trayectoria, la representación, las posturas. Si solo vale la ganancia en elecciones, entonces todos los caudillos que han consolidado regímenes autoritarios tendrían total legitimidad y ese no es el caso. Los votos y ganar elecciones son importantes, pero hay más cosas que valorar.
Entonces, ¿cuál es el reto de los sectores de oposición?
El reto es cómo pasar de este llamamiento a concretar en acciones reales. Y estas deben apuntar tres aspectos importantes: las enmiendas, que fue la gran omisión en Cuenca. En segundo lugar, se debe construir esa unidad de cara a tener candidaturas únicas para el 2017. Finalmente, plantear un proyecto poscorreísta porque no se lo puede hacer en torno a una persona, sino pensada en cambiar el régimen político y económico
Hoja de Vida
Catedrático de la Universidad Andina Simón Bolívar. Presidente nacional del movimiento Concertación. Forma parte de Compromiso Ecuador que impulsa la consulta contra la reelección.
Su punto de vista. Hay tres puntos sobre los que debe actuar la oposición: luchar contra las enmiendas, consolidar la unidad en torno a candidaturas únicas para el 2017 y plantear un modelo político que reemplace el modelo económico y político del correísmo.