Montaño logró una empatía con los estudiantes

César Montaño, en su casa, junto a su esposa Martha Dubravcic y su hija, Julieta. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Fue el primero en la historia de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB), sede Ecuador, que se graduó como doctor en Jurisprudencia. Corría el año 2012.
César Montaño estrenó como PhD la Sala de Honor del centro superior. Eso, para él, representó un privilegio. Su vida académica, de formación de cuarto nivel y como docente, la ha hecho en esa institución. Por eso la considera su casa.
La conoce “al revés y al derecho”, como dice María José Ramírez, su exestudiante. De ahí que ella cree que es la persona más idónea para ocupar el Rectorado.
Montaño, de 46 años, fue designado el 6 de noviembre con 6 de los 10 votos de los integrantes del Consejo Superior de la Universidad en Sucre, Bolivia. Raúl Vallejo, actual embajador de Ecuador en Colombia, logró cuatro votos del Consejo.
Montaño es cercano al exrector Enrique Ayala Mora. Vallejo, en cambio, al Gobierno. Antes de la elección, el 30 de octubre, Montaño también ganó en la consulta previa realizada a los estudiantes, docentes y administrativos en la sede de Quito con 1 218 votos, de un total de 1 434.
Su buena relación con los estudiantes influyó. Hace tres años, un grupo de alumnos organizó una cena para nombrarlo, sin que él supiera, Príncipe de Navidad “con corona y todo”. Él aceptó el designio con agrado. Su carisma ha sido clave para lograr la empatía en sus clases.
Aunque desde el 15 de enero, cuando asuma el Rectorado, estará alejado del aula. Enfocará su atención en los nuevos retos de la Andina. Alex Schlenker, profesor e investigador de la UASB, cree que es una prioridad incorporar nuevos programas, como posgrados en cine, artes y comunicación digital.
Además, ampliar la planta docente y trabajar para obtener otras certificaciones internacionales. Para Wilson Araque, director del área de Gestión de la universidad, será necesario mantener la autonomía y la libertad de cátedra para que no se pierda el sentido crítico característico de esta institución.
Montaño llega al Rectorado con propuestas de campaña como la conformación de un Consejo Académico, mejorar la plataforma informática, ampliar la oferta de programas doctorales y profundizar relaciones con organismos andinos y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
En esto último, Montaño tiene ya un terreno recorrido porque ha dado clases en el exterior, en centros de educación superior como la Mayor de San Andrés, la Católica y la Santa Cruz, en Bolivia, además de otras instituciones en países como México y Colombia.
El peso que Montaño tiene sobre los hombros, al frente del Rectorado, es grande. La Universidad Andina tiene categoría A y se especializa en posgrados; nació en 1992. Hace poco, por segunda ocasión, recibió la acreditación internacional como centro académico de calidad y excelencia.
Montaño espera el día para mudarse a su nueva oficina. La actual está repleta de libros y recuerdos de sus viajes. César Montaño trabaja con un equipo de aproximadamente 130 profesores y 1 000 alumnos en la dirección del área de Derecho; la más grande de la Andina.
Ahora lee ‘El obsceno pájaro de la noche’, del chileno José Donoso, y trata de pasar el mayor tiempo posible con su familia. A su esposa, la boliviana Martha Dubravcic, la conoció gracias a su actividad académica. Su encuentro fue -como él dice- igual que una jugada de ajedrez.
Martha vivía en el departamento de Tarija, en el sur de Bolivia, frontera con Argentina. Montaño, en cambio, en el sur de Ecuador, frontera con Perú. Ella primero fue a La Paz a estudiar, justo cuando Montaño salió de Loja a Quito con el mismo fin.
En 1997, su esposa decidió viajar a Quito. Fue ahí cuando conoció a Montaño. Tras dos meses y 11 días de conocerse, se casaron.
Juntos procrearon una hija: Julieta, de 10 años. Fue la primera en alegrarse por la designación de su padre. Por una coincidencia de la vida, en el mismo período ambos enfrentaron un proceso de elección. Ella como presidenta del curso, en su escuela, y Montaño en la Andina. Ambos ganaron.
El nuevo Rector de la Universidad Andina tiene un PhD en Derecho de la misma institución. Es Director del área de Derecho.
Fue profesor de Derecho Constitucional, Tributario, Económico e Integración en la U. Andina. También dio cátedra fuera del país.
La carrera universitaria de pregrado la hizo en Loja, de donde es oriundo. Estudió Jurisprudencia, antes de migrar a Quito.