Desde Lima, Cédric Schweizerel, jefe de la Delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja para Bolivia, Ecuador y Perú habla del papel de las FF.AA.frente a la inseguridad ciudadana
En su visita al Ecuador, ¿cuál fue su impresión cuando observó por primera vez a los militares realizando tareas de seguridad interna?
Fui a estudiar español durante seis semanas en octubre del 2009. Recuerdo que salí a la plaza Foch, en La Mariscal (centro-norte), y pudimos ver a un grupo de militares con fusiles. Estaban allí por un tema de mantenimiento del orden público y nos sorprendimos. También nos preguntamos, ¿qué va a hacer el soldado, por ejemplo, si ocurre un robo al frente de él? ¿Podría usar su fusil? Esa es una tarea de la Policía. Eso me hacía reflexionar sobre la realidad de Ecuador antes de comenzar la misión.
Es decir, antes de asumir la dirección del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para Ecuador, Perú y Bolivia, pensaba que ya tiene un tema importante a tratar en lo que se refiere a Ecuador…
Sí, son interesantes los diálogos que tenemos con las autoridades sobre este tema.
¿Le sorprendió que muchos ecuatorianos apoyen y soliciten que los militares realicen tareas de mantenimiento del orden público? ¿Esa medida podría resultar perjudicial?
No. Yo comprendo muy bien esa voluntad y necesidad de pedir más seguridad que tiene la gente. Nosotros, como Comité Internacional de la Cruz Roja, no asumimos una posición en particular para opinar si está bien o mal ordenar a los militares para que salgan a patrullar, tampoco para decir si esa es su función. Lo que sí podemos decir es que hay una necesidad de reglamento, entrenamiento y un debido equipamiento para su nuevo papel.
En Ecuador, desde hace meses los militares dejaron de salir a las calles con fusiles, ¿cuán peligroso es que los uniformados salgan con fusiles a la vía pública?
Hay muchos riesgos al realizar servicios de mantenimiento del orden público con un fusil. Esa no es la manera. Un fusil es más, cuando se debe hacer un trabajo de las Fuerzas Armadas. Es decir, afrontar al enemigo; no es el tema del mantenimiento del orden público ni de la seguridad ciudadana. Hay la necesidad de entrenamiento, de reglamento, de cambiar el equipamiento y estamos en diálogo con las autoridades de manera general para compartir nuestra preocupación.
¿Con las autoridades de Ecuador?
Sí.
¿Que los gobiernos utilicen al personal de las Fuerzas Armas en tareas de seguridad interna es una práctica frecuente en la región?
Es una tendencia general en el continente. Lo mismo pasa en Bolivia, Ecuador y otros países. Es una tendencia que a nosotros, como CICR, nos causa preocupación. No por el tema de que las FF.AA. se hagan cargo de nuevas tareas; pero si es el caso, deberían ser bien equipadas, entrenadas, para afrontar esos retos que son nuevos para ellas.
En Ecuador, el entrenamiento de las FF.AA. en temas de seguridad interna dura apenas tres semanas, ¿ese tiempo es suficiente?
Los militares conocen cómo actuar en situaciones peligrosas, con armas. No soy un experto para decir si tres semanas son suficientes, lo que sí puedo decir es que es bueno que haya un entrenamiento para mantener el orden público, que es algo muy diferente a la tarea habitual de las Fuerzas Armadas. Es muy importante definir bien lo que van a hacer en cuanto a mantenimiento de orden público, que es diferente al trabajo habitual que este sector está acostumbrado a realizar.
Lo ideal también sería capacitar a los militares más en temas de DD.HH. porque ellos responden a una lógica operativa completamente diferente (Derecho Humanitario Internacional).
Sí, pero también hay que ver que los militares no solo están en temas de mantenimiento del orden público. También están en la frontera norte con Colombia y aquí los Derechos Humanos sí se aplican. Ellos necesitan no solo de una formación en Derecho Internacional Humanitario, sino también en derechos humanos.
Lo que buscan ustedes es configurar una normativa para que los militares de la región se adapten a nuevas lógicas…
Sí, tenemos el diálogo desde hace muchos años y ahora, cuando tratamos con las Fuerzas Armadas de diferentes países del continente, no hablamos solo de Derecho Internacional Humanitario porque es la nueva tendencia. Es importante que el Comité Internacional de la Cruz Roja se adapte a los nuevos contextos y a la nueva necesidad de las Fuerzas Armadas. Es un tema que lo hacemos porque es necesario y existe una gran voluntad de las FF.AA. de aprender y de actuar de manera correcta.
¿Existe buena voluntad en los tres países?
Tenemos mucho contacto y una muy buena apertura para hablar sobre estos temas. Después, en los países deberán implementarlos, pero por ahora hay muy gran apertura. Es un trabajo que no empezamos a desarrollar ayer. Desde hace mucho lo estamos haciendo y con el tiempo hemos logrado tener un tipo de comprensión de por qué es necesario y por qué hay la necesidad de respetar ese derecho.
¿A qué se debe este fenómeno de que las FF.AA. sean utilizadas en tareas de seguridad interna? ¿Tienen algún estudio sobre este tema?
No tenemos ningún estudio, pero es algo que sí nos preocupa de manera general, debemos comprender cuál es este fenómeno. Hay gente que dice que podría ser una falta de confianza en otras (instituciones) y hay más causas… Nosotros no vamos a analizar eso, pero sabemos que se deben tomar medidas para hacer un trabajo bien hecho sobre el tema.
¿En qué consiste el trabajo bien hecho que menciona?
Se trata de tener buena reglamentación para que el soldado conozca lo que no debe y debe hacer y tener buen entrenamiento y buen equipamiento. Nosotros vamos a insistir siempre sobre esos temas. O sea, hablar con los militares y el Ministro de Defensa sobre esos temas y favorecer la cooperación entre fuerzas policiales y las Fuerzas Armadas.
¿Y en otros países hay una reglamentación que trate sobre esos temas?
En Ecuador, Bolivia y Perú no la hay. Por eso es necesario trabajar en esos temas, porque falta. Falta una clara definición de lo que van a hacer. Porque podemos ver más Policía que trabaja en áreas de FF.AA. y viceversa y acá existe una necesidad de reglamentar y hay espacio para trabajar. Es una realidad que se debe reglamentar.
¿Eso mismo hace falta reglamentar porque en Ecuador se utilizan los decretos ejecutivos para validar esta tendencia?
Lo que podría haber en Ecuador son debates, algunos pueden realizarse a través de Internet. Así se pudiera analizar si es bueno o malo utilizar a las Fuerzas Armadas y de qué manera. Eso es parte de la democracia, hablar de los problemas. Lo que el Comité Internacional de la Cruz Roja puede hacer es dar una apertura para dialogar y tomar en cuenta las preocupaciones para tratar de responder como debería ser.
¿Puede ser preocupante que la ciudadanía se acostumbre a ver a un soldado en tareas de seguridad interna? Incluso a los extranjeros puede asustar ese tema…¿Cuál es su opinión?
A modo de broma digo que en un país como Suiza, cada ciudadano es parte de las Fuerzas Armadas. En Suiza podemos ver miembros de las FF.AA. caminando con su fusil y todo eso. A mí eso no me choca, pero sí pudiera asombrar a las personas no acostumbradas a verlos.
¿Qué otras alternativas se podrían asumir para afrontar el tema de la inseguridad sin utilizar a las FF.AA.?
Ese es un tema de América Latina, en lo relacionado a la seguridad ciudadana, y hay varias necesidades que analizar. Pero ese es un aspecto muy amplio de cómo reaccionar en temas de detención, es un problema enorme y hay necesidad de arreglar esos temas por el momento. Nuestra respuesta es contra la represión y también hay muchas otras consecuencias a tomar en cuenta. Es bien complejo, pero nosotros estamos tratando de dialogar en las ciudades, de trabajar sobre estas situaciones, pero hay que ser conscientes de que el tema de la seguridad no se va a resolver mañana.
HOJA DE VIDA
Cédric Schweizer
Su experiencia. Es Jefe de la Delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja para Bolivia, Ecuador y Perú desde el 14 de noviembre del 2009. Es suizo y se graduó de abogado en la Universidad de Ginebra.
Su punto de vista. Las FF.AA. deben ser equipadas si van a trabajar en seguridad.