Los 42 cuerpos de la querella del presidente Rafael Correa contra El Universo, sus directivos y Emilio Palacio seguían en la Secretaría del Juzgado 15° de lo Penal del Guayas hasta el cierre de esta edición.
Durante la mañana de ayer los funcionarios atendían tres pedidos de copias certificadas del proceso. Debían reproducir las páginas para tres peticionarios.
Mónica Vargas envió la solicitud como defensora de los hermanos Pérez; Antonio Gagliardo como fiscal distrital del Guayas; y Joffre Campaña como abogado en libre ejercicio.
Hasta las 17:00 del miércoles el juez Juan Paredes, encargado del Juzgado 15° de lo Penal del Guayas, trabajó en los recursos de nulidad y apelación de las partes. Todos los recursos fueron proveídos. El caso subirá a la sala de sorteos de segunda instancia una vez despachadas las copias.
A esa oficina, ubicada en el quinto piso de la Corte de Justicia del Guayas (centro de Guayaquil), acudió Kléber Sigüenza, abogado del bufé que defiende a los hermanos Pérez, para averiguar si había subido el proceso ayer. A lo que Isabel Rodríguez, encargada de los sorteos, respondió que “aún no”.
La ayudante judicial además contó que desde el miércoles pasado no funciona el sistema de cómputo. Por lo que no pueden sortear los juicios entre las tres Salas de lo Penal del Guayas.
Sobre los escritorios de la oficina había cientos de carpetas de distintos procesos. Las torres de carpetas de colores copaban el lugar. “Hay unos 300 juicios represados aquí”, dijo Rodríguez.
Además contó que “en el departamento de cómputo dijeron que el servidor se les había quemado”, lo que causaba la falla. A diario sortean de 50 a 100 procesos en esa oficina.
“Conforme llegan los casos los vamos despachando”, dijo. Lo que significa que deberán sortear los procesos represados antes de la querella de Correa.
Cuando un nuevo juicio llega a la sala de sorteos, los funcionarios revisan que las carátulas posean todos los datos (número de cuerpo, querellados, querellantes…), que las fojas estén en orden y que estén bien cosidas.
Luego viene el sorteo. El programa escoge de manera aleatoria entre las tres salas. “Así no se puede calcular a qué jueces les tocará el caso”, dijo Rodríguez.