Ellos no lo admiten, pero el distanciamiento es evidente. La convocatoria a la consulta popular del Gobierno alejó al prefecto del Azuay, Paúl Carrasco, del alcalde de Cuenca, Paúl Granda. El primero hace campaña por el no y el segundo, por el sí. Ambos fueron apoyados por Alianza País en las elecciones pasadas.
Ya se enfrentaron en los comicios del 2004, cuando Carrasco ganó la Prefectura del Azuay, por la Izquierda Democrática. Granda se candidatizó por Participación Ciudadana.Cuatro años más tarde, Carrasco se postuló a la reelección por el Movimiento Encuentro Democrático (MED) y apoyo de A. País.
En cambio, Granda corrió por la Alcaldía apoyado por A. País y, además, por varios movimientos universitarios y el MED.
Granda -también presidente de la Asociación de Municipalidades del Ecuador- siempre ha mantenido un perfil bajo en relación con Carrasco. Para el analista político Marco Salamea, la popularidad del Prefecto es más fuerte en los cantones y en la zona rural.
Mientras que el apoyo de Granda –pese a tener el respaldo del presidente Rafal Correa– se limita a la zona urbana de Cuenca.
Según Fernando Carvajal, sociólogo de la Universidad de Cuenca, en ese contexto el panorama político en Azuay se verá polarizado. La causa: antiguos grupos y personalidades políticas aliadas al Gobierno, como Carrasco, hoy cuestionan el contenido de la consulta y han definido su posición electoral por el no.
En las elecciones de mayo pasado, según datos del Consejo Electoral del Azuay, Carrasco obtuvo 203 811 votos (66,60% en relación con el número de asistentes) y el presidente Correa que alcanzó 209 041 (63,60%) en la provincia. Granda sumó 117 989 votos de 270 682 sufragantes.
Salamea precisó que en las últimas contiendas electorales Cuenca fue la capital electoral de Alianza País, pero en la actualidad son fuertes las críticas y eso se reflejará en los resultados de la consulta. Carvajal cree que más que un apoyo al partido fue una adhesión al presidente Correa.
Carvajal añade que Azuay será una de las provincias donde la votación por el no será significativa, y si gana el sí será por un margen estrecho. Para ellos, pesará en los resultados la estructura política más sólida del Prefecto y la separación de Correa de Ruptura de los 25 y otros líderes locales. Ellos no avizoran que Granda arrastre una amplia votación por el sí.
“El Alcalde tiene cuestionamientos que se contraponen al nivel de legitimidad social alto de Carrasco en Cuenca. Eso puede coadyuvar a una mejor adhesión a favor del no en el cantón”.
Carrasco ya empezó su campaña por el no y a fortalecer su imagen. Él es parte del nuevo partido político nacional Participación, que agrupa a ex militantes de A. País. Desde ese espacio, en Azuay lidera el Frente Cívico en Defensa de la Constitución y la Democracia: esta vez no.
El miércoles se hizo el lanzamiento de la propuesta. Una larga lista, más de 300 dirigentes sociales, parroquiales, comunitarios, barriales, de los mercados, galleros, concejales, jubilados, transportistas’ se unieron a la corriente por el no en Azuay.
La separación de Carrasco fue poco a poco. Meses antes de la insubordinación policial del 30 de septiembre, reclamó al Gobierno por deudas económicas pendientes con la provincia. Pese a eso, el 30-S fue el primero que reaccionó -en la provincia- contra los hechos registrados en Quito y convocó a una marcha de respaldo a la democracia.
La consulta marcó una ruptura con el Régimen desde enero pasado, cuando Carrasco expresó su rechazo al proceso por considerarlo que no se ajusta a los intereses colectivos. “Se pretende someter a la justicia a una serie de conflictos de interés del Gobierno”.
En enero pasado, en Cuenca, Correa dijo que nunca ha considerado a Carrasco compañero o miembro de su movimiento.
El Prefecto le respondió que nunca fue parte orgánica de A. País y que fueron en alianza por los aciertos ideológicos como la reforma constitucional.
En Azuay todos los miembros de Ruptura de los 25 también se alejaron, como el ex ministro (e) de Gobierno Felipe Abril, María Cecilia Alvarado, Monserrat Tello, Fabián Martínez, María José Machado, Diego Jadán’ Ellos no se han adherido al Frente Cívico como lo han hecho otras tiendas políticas como ID, MPD, UNE’ pero están por el no.
Carvajal cree que estos jóvenes de Ruptura de los 25 representaron un espacio de autoridad moral que criticaban los 30 años de ejercicio del neoliberalismo en el país. “Su distanciamiento le significará un costo político al Gobierno, no tanto electoral”.
Carrasco y el Frente Cívico están seguros que en la provincia ganará el no. Francisco Escandón, del Frente Popular, dijo que los azuayos asumen el reto de ganar en las urnas. “Lo vamos a hacer con voluntades de miles de azuayos que votaremos por el no y pagará caro su ‘derechización”.