Los nuevos vocales del Consejo Nacional Electoral (CNE) serán designados hoy por el Consejo de Participación Ciudadana y posesionados este jueves por la Asamblea. Sin nunca haber sido parte de un organismo de este tipo, los 10 nuevos vocales (cinco principales y cinco suplentes) encontrarán en sus despachos una lista de temas pendientes.
Son procesos electorales que están a las puertas, así como la revisión de los gastos de campaña de la última consulta (ver nota inferior). También, la reinscripción de los partidos y movimientos políticos y la preparación de la megaelección del 2013.
El caso más urgente: desarrollar hasta enero, 21 procesos menores (elecciones y revocatorias de mandato). Los nuevos vocales, por ejemplo, tendrán 10 días para avanzar en las elecciones de tres juntas parroquiales que se realizarán el 27 de noviembre. Los comicios serán en La Canela y Nuevo Paraíso (Zamora Chinchipe), y San Juan de Muyuna (Napo). Se trata de zonas mineras en donde se han producido confrontaciones en procesos de este tipo.
Hasta fin de año, el CNE también deberá renovar a los representantes de las juntas parroquiales todos los gobiernos provinciales de todo el país.
Estos procesos tienen un estrecho presupuesto y, por ser fin de año y cierre de ejercicio fiscal, la administración de los recursos se complica. “Si no hay agilidad, podrían ocurrir problemas”, lo reconoció el presidente saliente del CNE, Omar Simon, quien plantea que la transición en el organismo debe posponerse hasta fin de mes para evitar que los nuevos vocales se enreden en estas tareas.
Un escenario complicado se viene a Paúl Salazar, Mágdala Villacís, Domingo Paredes, Emma Silva y Juan Pablo Pozo, los virtuales nuevos consejeros. Ellos tienen una escasa experiencia en temas electorales, por lo que podrán tener en su equipo a seis colaboradores: dos asesores, dos coordinadores y dos asistentes electorales. A esto se suma la experiencia que tiene el personal de planta de la institución .
En el CNE los empleados y vocales debieron acelerar la etapa de transición, que se adelantó un mes. El cambio de consejeros se debía realizar la segunda semana de diciembre, una vez que finalizara el concurso impulsado por el Consejo de Participación. Pero como la comisión seleccionadora rechazó las 10 impugnaciones presentadas contra seis de los mejores puntuados, el concurso terminó de manera sorpresiva.
Simon insiste en posponer la transición. “Ellos van a asumir un mandato de seis años y deberá primar la visión de largo plazo”.
La vocal saliente Marcia Caicedo también apoya un traspaso ordenado. “No hay lugar al error en un proceso electoral, se podría afecta la voluntad ciudadana”. Reconoce que para los nuevos miembros el apoyo de los funcionarios con experiencia que laboran en el CNE es clave.
Además, para tener una hoja de ruta, los nuevos consejeros recibirán un informe que establece en términos sencillos los temas ejecutados, los que están en ejecución y los que deben ejecutarse.
Con la llegada de las nuevas autoridades existe incertidumbre entre el personal que trabaja en la institución. Son 260 colaboradores, de estos 170 tienen nombramiento y 90 mantiene una relación laboral por contrato. A estos últimos se les podrá hacer una cancelación unilateral. En la gente de carrera también hay temor debido a la compra de renuncias obligatorias.