En las últimas tres semanas se desarrollaron las fases medulares del concurso de oposición y méritos para integrar el Consejo de Participación Ciudadana y Control: la calificación y recalificación de carpetas de los 347 candidatos. Los postulantes pugnaron por integrar uno de los seis organismos que conforman la Función de Transparencia y Control Social.
La cabeza visible de este proceso fue el presidente del Consejo Nacional Electora (CNE), Omar Simon. Él lidera el concurso desde octubre, cuando se inició la fase de admisibilidad.
Al empezar la etapa de calificación se dieron las primeras críticas. El argumento fue que se consideraba subjetiva la asignación de puntajes a las diferentes carpetas. Durante el proceso se conformaron comisiones, para revisar la documentación de los postulantes. Sin embargo, la decisión finalmente se la tomó desde las oficinas de los consejeros del organismo electoral.
Simon insistió que el proceso fue transparente y justo en la asignación de los puntajes. De hecho, a lo largo de este proceso de selección, el CNE afirmó haber impulsado un esquema técnico de evaluación de las carpetas de los aspirantes a una de las 14 vocalías (siete principales y siete suplentes) del Consejo de Participación.
Sin embargo, 124 candidatos pidieron al organismo electoral que se recalificaran sus puntajes, tanto en sus carpetas como en sus exámenes. En números fríos, esto significa que el 35% de los evaluados no se sintió conforme con los primeros resultados que arrojó el concurso.
En total, los pedidos de recalificación sumaron 190. Así, 120 tuvieron que ver con la evaluación que el CNE hizo a las carpetas académicas de los candidatos. Y las 70 restantes corresponden a los resultados de las pruebas de conocimiento que fueron fijadas a través de un sistema informático y consolidadas por una terna de catedráticos universitarios que fueron escogidos por el Pleno del CNE.
No obstante, el Presidente del Consejo Electoral, cuando entregó la lista los 24 candidatos con mejor puntuación, reconoció que de los 124 pedidos de recalificación que se procesaron, se decidió aceptar la pertinencia de 76 de ellos.
Esto causó interrogantes entre los aspirantes al Consejo de Participación. El candidato Christian Cruz, auspiciado por la Fundación Juvenil Esperanza Ecuatoriana, está inconforme con el proceso de calificación y recalificación de las carpetas y de los exámenes académicos.
Su abogado, Iván Vinelli, se pregunta: ¿Quién nos asegura que un tribunal que admite tácitamente haber cometido cientos de equivocaciones, en la primera calificación, no los vuelva a cometer en la recalificación? Tenemos evidencia certificada que las preguntas de ética y moral del examen y sus respuestas se copiaron de un examen de ingenieros de la Universidad de Nariño de Colombia”.
Al hacer una evaluación de cuánto varió luego de este proceso, por ejemplo, las notas de los mejores puntuados en la lista de hombres, se devela que se sumaron entre 2 y 18,50 puntos a las calificaciones originales.
Incluso, en las pruebas de oposición hubo errores. Es esta categoría se suman entre dos y tres puntos, tanto en la lista de las mujeres como de hombres.
Al respecto, Simon reconoció a este Diario que con el fin de cuidar el sigilo en las preguntas del examen se sacrificaron condiciones de calidad. “Hay interrogantes y respuestas que tuvieron problemas” .