La Panamericana Sur, que une a Quito, Latacunga y Ambato amaneció despejada. Varios miembros de la Policía Nacional vestían gruesas chompas grises. Los primeros rayos de luz asomaban y los uniformados ya estaban en las aceras de la vía pública.
A las 09:00, cientos de indígenas cerraron tres tramos de la vía. El primer bloqueo fue en el límite entre Pichincha y Cotopaxi, en el sector de El Chasqui. Ahí, los manifestantes cortaron pinos de los bosques aledaños a la vía. Los primeros en encontrarse con el bloqueo fueron varios camioneros que transportaban a Quito vegetales y tubérculos.
José Amaguaña era uno de ellos. “No estoy en contra de los indígenas, pero interrumpen mi trabajo. Con las horas que me quedo aquí parado con mi camión pierdo, siquiera, USD 100 por hora”.
La Policía intervino, pero el bloque se extendió toda la tarde. En la zona de Iluchi, entre Laso y Latacunga, indígenas de la Conaie protestaron impidiendo el paso vehicular.
Los mayores enfrentamientos se registraron, nuevamente, en el tramo de la Panamericana que une a Salcedo con Panzaleo. El lunes anterior esta zona ya se había caotizado.
Pero ayer, los efectivos de la Policía trataron de despejar la vía disparando una mayor cantidad de gas lacrimógeno. Los manifestantes no se dejaron amedrentar.
La acción policial permitió que la vía fuera habilitada cada 20 minutos. Luego, los campesinos volvían a colocar piedras y a prender llantas. No se reportaron heridos, pero sí hubo mujeres indígenas y transeúntes afectados por los gases.