Banderas, cartulinas y camisetas de color verde identificaban a los partidarios de Alianza País (AP), que respaldaron al presidente Rafael Correa ayer durante la diligencia judicial del caso El Universo.
La calle Pedro Moncayo, frente al Consejo de la Judicatura del Guayas, fue el espacio donde se agolparon los simpatizantes. Un cordón de seguridad, integrado por militares y policías, separaba a los militantes de la puerta de la edificación y de los manifestantes que apoyaban a El Universo.
“Esto no es pagado, Correa se lo ha ganado”; “es El Universo, el diario más perverso” y “alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina” eran algunas de las barras que gritaban.
En pancartas había mensajes como ‘Señor Presidente, tiene todo nuestro respaldo, que viva la revolución ciudadana’ y ‘¡30 – S nunca más! prohibido olvidar’. El artículo que dio pie a la querella fue ‘No a las mentiras’ y se refería a la sublevación policial del 30 de septiembre pasado.
“Ayer (jueves) recién a las 23:00 convoqué a los compañeros, ya teníamos todo planificado para el 4 de octubre (fecha pasada de la audiencia); pero aquí estamos”, dijo Gloria Mejía, secretaria de la Federación de trabajadores agrícolas del Litoral. De ese grupo llegaron 80 personas desde los cantones guayasenses de Salitre, Daule, Naranjito y Durán para respaldar a Correa.
Otra agrupación era la Alianza Democrática Nacional. Su secretaria en Durán, Mariela Pino, contó que “Alianza País nos comunicó lo de la nueva fecha de audiencia. Cada uno vino en movilización particular”. Por esa célula llegaron 60 personas.
Los que flameaban banderas verdes eran los de Poder Ciudadano. El coordinador de la parroquia Ximena (sur de Guayaquil), Bécker Salinas, criticó el plantón de los trabajadores del diario. “Se ve el interés por el poder económico. Ellos saben que van a perder”, dijo. De esa organización llegaron 150 personas.
Detrás de un cartel con la foto de Correa, había un mensaje para la ‘prensa corrupta’. ‘Ya basta de libertinaje de la prensa. Saboteadores del pueblo’, decía. Junto a la pancarta llegó un adulto mayor a favor del diario. Del cuello le colgaba un cartón que decía “abajo los cazafortunas”. Militares lo protegían del gentío que le gritaba “no vengas a provocar”.
Por la mañana los gritos de la barra verde se opacaban con los mensajes que salían de los amplificadores del plantón a favor del medio. Pero esto cambió cuando, al inicio de la tarde, una camioneta rompió el cerco militar y de la parte de atrás bajaron las piezas de una tarima.
Luego de armarla y colocar parlantes, dirigentes leían por micrófono lo escrito en carteles. Luego hubo música de la ‘revolución ciudadana’. A las 16:00 un grupo musical tocó salsa.