Los aviones -considerados estratégicos- fueron adquiridos por el Ministerio de Defensa en 2008 y 2013 por USD 80 millones. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Trece paraísos fiscales estuvieron en la lista de destinos que se visitaron con los dos aviones presidenciales.
EL COMERCIO contabilizó 47 vuelos realizados desde Ecuador o desde otros países latinoamericanos y europeos, entre el 2009 y el 2017.
De ese número de vuelos que registra la Secretaría de la Presidencia, 36 se realizaron en el Legacy. De ellos, 13 salieron desde los aeropuertos de Quito y de Guayaquil.
Estos viajes corresponden, principalmente, a la Presidencia de la República, la Vicepresidencia y el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Cabo Verde fue el destino más visitado con el Legacy, mientras Trinidad y Tobago, con este y el Dassault Falcon 7X.
Seis viajes a cargo de Rafael Correa se realizaron a Cabo Verde, entre 2009 y 2010, con un total de 60 pasajeros. A este paradisíaco destino llegó desde España y Brasil.
Otros cuatro viajes al mismo sitio estuvieron al mando del exvicepresidente, entre 2011 y 2012, con 40 pasajeros.
Hay dos viajes a Trinidad y Tobago que llaman la atención porque se registran comitivas de San Vicente y Granadinas, también considerados paraísos fiscales por Ecuador.
El Grupo de Transporte Aéreo Especial (GTAE), a cargo de estos aviones, explicó a este Diario que su misión es coordinar, planificar y ejecutar operaciones de transporte aéreo para el traslado del “señor presidente, vicepresidente y de las autoridades del Estado”.
Pero estos dos vuelos no son los únicos en los que se transportó a autoridades de otras naciones. También se llevó a comitivas de Surinam, Costa Rica, Uruguay y el Vaticano, según los registros de la Presidencia.
En el reciente examen especial que realizó la Contraloría al uso de los dos aviones, entre el 1 de enero del 2012 y 24 de julio del 2017, se confirmó este hecho.
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En el informe borrador que se leyó ayer en la mañana en el auditorio de la Contraloría se indicó que se transportó a autoridades extranjeras en 22 desplazamientos.
A las encontradas por este Diario, la Contraloría agregó altos mandos de tres paraísos fiscales: Granada, Guyana y Antigua y Barbuda.
El órgano de control también observó que 24 vuelos a paraísos no tienen el manifiesto de pasajeros en varias rutas, tampoco los pesos exactos del equipaje y la carga de los pasajeros.
Por ejemplo, el excanciller realizó ocho viajes, entre 2012 y 2015, con destino a paraísos y a otros países sin especificar el objeto de los periplos.
El exministro de Finanzas, Fausto Herrera, y sus comitivas también registran viajes en los que aparecen estos paraísos: Luxemburgo, Barbados, Bahamas y Dubái-Emiratos Árabes, entre el 2016 y 2017.
En los justificativos de Herrera y sus acompañantes -que reposan en el Ministerio de Finanzas– se detalla que se trató de reuniones de trabajo con directivos de organismos financieros internacionales.
El objetivo era obtener financiamiento para programas y proyectos de inversión, pero solo en ciertos casos se especifica el nombre del organismo.
En ninguno se dice qué proyectos del país demandaban recursos.
En uno de los viajes del 2016 a Dubái se señala que se firmó un convenio de doble tributación; otro viaje al mismo sitio fue para realizar negociaciones con la empresa Oman Trading International. Con esta empresa se firmó un contrato de compraventa de fuel oil.
Según el exsubsecretario de Financiamiento Público, William Vásconez, el beneficio de viajar a Luxemburgo fue la firma de dos convenios para llevar a cabo el desarrollo social y económico del país.
El viaje a Bahamas fue para reunirse con el presidente del BID y para programas y proyectos de inversión, sin especificar cuáles. Tampoco se detalla para qué fue la reunión con los funcionarios de la Secretaría del Tesoro de EE.UU. y con el ministro de Finanzas de Bolivia.
En otro periplo del 2017, que incluyó Buenos Aires, Bankok, Dubái y Nueva York, Herrera y otros dos funcionarios tenían como objetivos una reunión con la CAF y la colocación de bonos externos a 10 años por USD 750 millones.
Además, se negociaba con la tailandesa PTT International, con la cual se suscribió un contrato de compraventa de crudo con pagos anticipados.
En este viaje también se estaba negociando “la emisión de bonos islámicos 2017”.
Las solicitudes de viaje de esta Cartera de Estado en todos los casos eran extemporáneas.
En estos vuelos, los auditores de la Contraloría tampoco obtuvieron evidencias de los requerimientos para el uso de los aviones ni las autorizaciones de la Secretaría General de la Presidencia. Esta última observación, la Contraloría la extendió a un total de 63 vuelos.
En las órdenes de vuelo, la misión era el “transporte de diferentes autoridades”. Contraloría no logró comprobar si los desplazamientos fueron para actividades oficiales. Este hallazgo se repitió en vuelos de Tame y Petroamazonas.
Las personas relacionadas con la auditoría tienen cinco días para presentar sus descargos.