Organizaciones periodísticas y comunicadores se reunieron en El Salvador. Su objetivo: debatir sobre el papel que juegan los medios de comunicación públicos.
“En América Latina, las iniciativas de medios públicos independientes son incipientes, pero ya hay una línea interesante a seguir”, explicó Martín Becerra, especialista en la materia de la argentina Universidad Nacional de Quilmes. Él fue uno de los especialistas que participó en el Tercer Foro Latinoamericano-Medios Públicos: Institucionalización y Democracia.
Este encuentro estuvo enfocado en analizar cómo los medios públicos de la región, “tras décadas de servir para la propaganda gubernamental, pueden sacudirse de este control y establecer una línea editorial propia”.
Becerra destacó experiencias como las de Paraguay, donde en 2011 surgió un canal estatal más abierto y plural, así como las de Brasil y Chile, cuyos órganos de difusión públicos han dejado de ser controlados por la Presidencia. Y han pasado a depender de los respectivos parlamentos, con participación de la oposición.
La importancia de los medios de comunicación estatales -dijeron los panelistas- es que las sociedades cuenten con información oportuna, que no esté supeditada a las necesidades comerciales que prima en los privados.
“Los medios tienen una finalidad de servicio social, incluso los privados, pues en el fondo, éticamente se deben al ciudadano, y los del Estado deben tener una línea editorial que permita la pluralidad, el punto de vista del otro”, indicó el director del peruano Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), Ricardo Uceda.
Parte importante en el desarrollo independiente de los medios estatales es el financiamiento, pues sin ello difícilmente se logra el objetivo, dijeron los expertos en el foro. “Si no hay financiamiento sostenible, no es posible la independencia”, señaló Barroso.
En Ecuador, los medios públicos tomaron fuerza en el gobierno de Rafael Correa. Así, el canal estatal EcuadorTV fue creado con ayuda de Telesur y Venezuela. Empezó sus transmisiones unos días antes de la instalación de la Constituyente de Montecristi. Sin embargo, la imparcialidad de estos medios ha sido cuestionada por los grupos de oposición al Régimen, pues consideran que privilegian la visión y las tesis políticas del Gobierno.
Federación de Periodistas critica ley de medios
A la Federación Nacional de Periodistas (Fenape) no le convenció los cambios incorporados en la última versión del proyecto de ley de comunicación, que fue presentada la semana anterior.
El titular de la Asamblea de la Fenape, Marcelo Larrea, dijo que las modificaciones no cambian el espíritu de la ley, al que cataloga de restrictivo a la libertad de pensamiento de los ecuatorianos.
Según Larrea, el asambleísta Mauro Andino (A. País), titular de la Comisión de Comunicación, solo hizo cambios accesorios al proyecto de ley, que el oficialismo planea aprobar esta semana en el Pleno de la Legislatura.
“La ley de comunicación como está concebida es una vergüenza para el pensamiento ecuatoriano. Lo que se debe hacer con el documento es llevarlo a la trituradora de papel”, señaló Larrea.
Por ello, el representante de la Fenape señaló que en estos momentos está plenamente vigente la resolución que tomó la asamblea general, el 3 de marzo.
Ese día, los miembros de este gremio de periodistas se reunieron y aprobaron un comunicado en el que exteriorizan los motivos por los cuales debe ser suspendido el trámite de la iniciativa legal.
Su principal crítica se dirige a la creación de un Consejo de Regulación de Medios, en el que el Gobierno tendrá representación.
“(El Consejo es planteado como) un sexto poder al servicio del gobierno de turno, para monitorear, perseguir y sancionar a los periodistas y a los medios, funcionando en los hechos como órgano de regulación, control y mutilación de la libertad de pensamiento, expresión, información, comunicación y cultura”.
La distribución de las frecuencias del espacio radioeléctrico es otro de los puntos que preocupan a esta organización. Denuncia que el actual proyecto abre la puerta para que el Gobierno entregue el 34% de las frecuencias comunitarias solo a las organizaciones sociales y campesinas afines a su proyecto político.
Fernando Cordero, titular del Congreso, fijó para el miércoles la votación del texto definitivo.
Entrevista
Gustavo Isch/ Experto en comunicación
‘El Gobierno quiere ganar en la arena política’
Su experiencia. Es máster en Ciencias Políticas, presidente ejecutivo de Estrategika Comunicaciones.
Su punto de vista. La estrategia de Comunicación del Gobierno es excesiva.
El Gobierno tiene una estrategia de comunicación de confrontación. ¿Esto le da más fuerza al Régimen?
Sí, si solamente ese fuera el tema fundamental. Pero gobernar va más allá de comunicar. La confrontación se plantea como un tema de atención cotidiana, pero eso no implica que la ciudadanía no esté preocupada por las perspectivas sociales, por el desempleo, por las condiciones de vida y por el futuro del país.
Estos temas no aparecen en cadenas. Pero sí se las difunde para acusar a un periodista o medio de comunicación. ¿Por qué?
Porque es un Gobierno que opera solamente en lo político, ese es su escenario privilegiado y en esa arena política debe demostrar que siempre gana. Su proyecto se estructura sobre el discurso antagónico y no tendría sentido si no gana.
¿Este discurso antagónico cómo ha funcionado?
No se puede hacer un discurso en este Régimen sin ubicar a los buenos y malos. Todas las voces discrepantes están ubicadas en esta lógica. Hay que entender que quien no está con el proyecto está en contra de la transformación profunda que se quiere llevar a cabo en el país.
En este discurso se ha puesto a la prensa, ¿esta estrategia ha sido efectiva?
En alguna medida sí. Pero también ha sido contraproducente, porque se ha deteriorado la credibilidad de todos los medios, incluso de los públicos. El problema es que se pone a los medios como antagónicos porque supuestamente se contraponen a la revolución ciudadana.
¿Por qué se ha deteriorado la credibilidad de los medios públicos, si apoyan el discurso oficial?
Los medios estatales sufren un deterioro en su credibilidad, porque la opinión pública los concibe como llenos de limitaciones, ligados al Ejecutivo, al proyecto hegemónico. Los medios nunca antes fueron tan criticados. A partir de la llegada de Rafael Correa se ha marcado esta confrontación. La prensa ha dado su respuesta: defender la libertad de expresión. Todo configura un panorama conflictivo, donde los ciudadanos pierden.