Augusto Barrera: ‘El pueblo debe decidir si hay tensión institucional’

Augusto Barrera, consejero presidencial. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO

Augusto Barrera, consejero presidencial. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO

Augusto Barrera, consejero presidencial. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO

Entrevista Augusto Barrera, consejero presidencial

El umbral de los primeros 100 días de Gobierno se cruzó y las leyes prioritarias que el Ejecutivo ofreció, especialmente en materia económica, no han sido enviadas a la Asamblea Nacional. ¿A qué responde esta demora?

Concluidos los 100 primeros días, ahora se trabaja en la consolidación de los resultados que dejaron los diálogos. De ahí saldrán los productos principales del programa económico y la agenda social y legislativa. Institucionalmente, la relación Ejecutivo-Legislativo está a cargo del Ministerio de Justicia, Senplades, la Secretaría de la Gestión Política y la Secretaría Jurídica de la Presidencia.

Tal como está la actual correlación de fuerzas en la Asamblea, ¿el Gobierno tiene el respaldo suficiente para que se aprueben sus iniciativas legislativas?

La relación que nos hemos planteado con la Asamblea es de respeto. Hay un marco jurídico que establece los mecanismos de relación. El presidente Lenín Moreno ha insistido sistemáticamente en la necesidad de que exista un respeto absoluto a la independencia de funciones. Hasta ahora, en la Asamblea muchos casos se han aprobado de forma unánime en el bloque. Vemos a eso como positivo.

Pero han sido principalmente leyes del anterior Gobierno. ¿Qué pasará cuando entren proyectos, como el de Plusvalía, que han provocado fricción con legisladores del propio oficialismo?

La agenda legislativa está en plena evaluación. Insisto en que la posición del Presidente es respetar la independencia de funciones. Pero también ha sido muy claro en el sentido de que si llegara el caso en el que existiesen tensiones de carácter institucional es finalmente el pueblo ecuatoriano el que tiene que decidir. Estamos convencidos del respeto y la tolerancia, pero también somos absolutamente claros en que el Gobierno tiene una tarea fundamental, que es responder a sus mandantes. No tenemos una coherencia con una persona o coyuntura política, sino con los mandantes.

¿Qué temas podrían incluirse en una posible consulta popular?

En lo personal no creo que deba pensarse en que si hay un conflicto con una ley o con un planteamiento u posición, el mecanismo de la consulta deba activarse. La consulta, ya sea en el aspecto institucional, de ratificación o permanencia de funciones o de algún componente de texto constitucional debe ser profundamente meditada. Además, adecuadamente medida y no puede ser un mecanismo que reemplace el procesamiento normal de los conflictos. Hay que hacerlo con absoluta responsabilidad en los tiempos y con los contenidos adecuados, para darle al país las condiciones de gobernabilidad en los temas centrales.

¿Cómo se procesarán los desacuerdos que existen con algunos asambleístas que, por ejemplo, señalan a Lenín Moreno por supuestamente traicionar el Plan de Gobierno?

Lo que ha hecho el Gobierno en estos casi tres primeros meses es absolutamente coherente con los principios y el plan que se presentó en campaña. El ampliar las oportunidades y la calidad de salud de los habitantes es compatible con lo que se ofreció. Igual que establecer un mecanismo de diálogo con todos los sectores e impulsar la agenda social del plan Toda una Vida. Yo quisiera que alguien me muestre un solo elemento, una sola decisión, una sola medida que no esté absolutamente alineada a lo que se planteó.

Si es así, ¿por qué las divergencias con un sector de Alianza País?

Es obvio que todo proceso implica ajustar los errores, reorientar los temas, una evolución de los mismos planteamientos. Los desafíos de hace diez años no son los mismos que ahora. La historia evoluciona. En este momento somos absolutamente claros de que la agenda debe ser ética, de profundización de lo social. La agenda de reactivación económica es perfectamente compatible con una nueva fase de la Revolución Ciudadana.

¿Cuánto pesará para el Gobierno el voto de la oposición legislativa?

Más que una operación del Ejecutivo, la forma en que ahora se procesa en la Asamblea es a partir de las propias dinámicas del Legislativo. El Ejecutivo tiene una responsabilidad de colegislar en aspectos específicos, pero la producción de leyes es responsabilidad de la Asamblea. En democracia así funcionan. Es lógico que el Legislativo tenga una agenda y el Ejecutivo también tenga una que puede proponer a la Asamblea.

¿Qué papel jugará el presidente de la Asamblea Nacional, José Serrano, en todo este escenario?

El rol que ha tenido el Presidente de la Asamblea me parece que ha sido muy positivo. Está combinando adecuadamente su propia representación política con la representación institucional. Existe un mecanismo de diálogo y debate democrático y estoy casi seguro que la articulación institucional va a ser fluida y conveniente para el país.

Su trayectoria 

Augusto Barrera

Es parte del buró político de Alianza País, consejero presidencial y secretario de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación. Fue Alcalde del Distrito Metropolitano de Quito y concejal.

Su punto de vista. La relación entre el Ejecutivo y el Legislativo debe ser de respeto a la independencia de las funciones del Estado. Los conflictos deben procesarse a través del diálogo y la tolerancia.

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