Antonio Navarro Wolf, ex miembro del M-19 y ex constituyente colombiano, reflexiona sobre las repercusiones de las elecciones de Venezuela.
Hoja de vida
Su experiencia. Ingeniero de profesión con 64 años. Fue miembro de la Asamblea Constituyente de Colombia de 1991. Fue miembro del grupo guerrillero M-19.
Su trayectoria. Ha sido ministro de Salud, alcalde de Pasto, gobernador del departamento de Nariño en el período 2008 – 2011. Fue Secretario de Gobierno de Bogotá entre enero y marzo de 2012.
Su punto de vista. En las elecciones del 7 de octubre está en juego el socialismo del siglo XXI de Venezuela, no los procesos de izquierda del resto de América Latina.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, ha dicho que en los comicios del próximo domingo en su país está en juego el futuro del mundo. ¿Es así o se trata de una exageración política?
Bueno, usted sabe que en campaña se hacen discursos y afirmaciones de impacto. De todas maneras, en las elecciones venezolanas está en juego el futuro del modelo de Gobierno de ese país, sin duda alguna. Pero hay que saber que en una campaña se dicen muchas cosas.
¿Qué tipo de modelo político se juega en Venezuela con estas elecciones?
Es el modelo del socialismo del siglo XXI del presidente Chávez. Yo he seguido la situación venezolana durante algunos años, como mucha gente en América Latina lo ha hecho, y puedo decir que se ha hecho mucho en lo social. ¿Dónde está la fuerza más grande del presidente Chávez? Él ha creado mecanismos para que las utilidades muy grandes que ha generado el petróleo en estos años se trasladen a los sectores pobres de la población.
¿Su fuerza es petrolera?
Lo que dice la gente común y corriente es que, por primera vez, durante el período de Chávez, ese dinero ha llegado a muchísimas personas enfermas de problemas sociales. Tanto que la oposición y su candidato (Henrique Capriles) dicen que las misiones y todos esos programas sociales van a continuar, en caso de ganar la Presidencia. Así hacen un reconocimiento implícito de que es verdad esa creencia popular en Venezuela de que el petróleo está llegando a mucha gente.
Gane o pierda en los comicios del próximo 7 de octubre, ¿qué destaca en especial del proceso político del presidente Chávez?
Esencialmente, los programas sociales. Lo mismo que dijo (el ex presidente brasileño) Lula da Silva, cuando lo apoyó en un video que le envió. El hecho de que haya llegado a mucha gente pobre de Venezuela con planes que antes no existían y que ha permitido que los ingresos muy grandes del petróleo venezolano se repartan entre los habitantes.
¿Qué resulta lo más controversial de los casi 14 años de la administración del chavismo en ese país?
Para mi gusto, lo que no es lo mejor, tiene que ver con la reelección (presidencial) indefinida. Creo que hacer campaña desde el poder es siempre muy ventajoso. Entonces, una reelección indefinida no es la mejor opción.
¿Ni siquiera para un presidente que está 14 años en el poder, controlándolo todo?
La reelección indefinida personaliza de manera total un proceso político determinado. Por eso este puede quedar pendiendo de un hilo si, como pasó ya, el presidente Chávez se enferma o una enfermedad grave pudiera llevarlo a su muerte. Depender tanto de una sola persona no es bueno para un proceso político.
¿Usted quiere decir, entonces, que el chavismo es una suerte de caudillismo que no puede vivir sin su líder?
Bueno, por lo menos va a tener muchas dificultades si su líder no está. Genera un proceso de caudillismo, si depende mucho de una sola persona.
¿Una eventual derrota de Hugo Chávez en las elecciones del 7 de octubre modificará el escenario político en América Latina?
Si eso pasa, modificará el escenario político en Venezuela. Pero no creo que se vayan a producir efectos más globales. No soy capaz de predecir qué otras consecuencias adicionales se producirán en América Latina. De todas maneras, estoy convencido de que si llega a ganar la oposición, se dará una transición política pacífica en Venezuela.
¿Usted cree que habrá una victoria de la oposición en estas elecciones?
No. Las encuestas muestran que el presidente Chávez tiene la probabilidad más alta para ganar en las elecciones del próximo domingo. Y me han preguntado si habría una guerra civil en caso de una victoria de la oposición (Henrique Capriles), yo he dicho que no y que la transición en ese país será tranquila.
¿La salida de escena de Chávez, a causa de un eventual revés electoral, o por su estado de salud, debilitará al máximo al llamado socialismo del siglo XXI?
No. Será solo el resultado de una contienda electoral. No creo que sea más que eso. Creo que no podemos caer en especulaciones. Hay que esperar los resultados.
Aun si Chávez vence, ¿usted considera que la enfermedad que padece es un lastre para el proyecto político que impulsa y lidera?
Bueno, no tenemos información suficiente sobre el estado de la salud del presidente Hugo Chávez. Pero un proyecto político que depende de una sola persona no deja de tener dificultades en momentos como los que ha vivido el Presidente venezolano.
¿Qué lectura usted da, por ejemplo, a la guerra que el gobierno de Hugo Chávez ha librado con los medios de prensa privados?
Como toda guerra, esta ha sido de dos lados. Las veces que he estado en Venezuela, he visto (el canal privado) Globovisión. Ellos están en guerra contra el gobierno de Chávez. De manera que una guerra es como un tango: para bailarlo se necesitan dos. No solo se debe decir que el Gobierno venezolano libra una batalla contra los medios (de comunicación privados), sino que estos también lo hacen.
Entonces, ¿cree justificado el cierre, por ejemplo, del canal privado Radio Caracas Televisión (RCTV)?
No. Yo defiendo la libertad de prensa. En realidad, esta es esencial para una democracia. Pero yo creo que la polarización en el caso venezolano ha sido mutua, no de un solo lado. Es infortunado.
Esa guerra de Gobierno de Venezuela versus medios privados se ha traspolado a otros países del denominado eje bolivariano. ¿Por qué ha pasado esto?
No sé si se ha traspolado o son circunstancias propias de cada nación. En general, la discusión sobre el papel de la prensa y la libertad de expresión en América Latina es muy pertinente. Los medios tienen una responsabilidad muy grande en una sociedad donde la información juega un papel esencial. De modo que yo defiendo la libertad de prensa, pero sí hay la responsabilidad de informar que tiene la prensa. En general, una democracia necesita de una prensa libre.
Ecuador es otro ejemplo de la guerra del Gobierno versus medios…
No lo sé. Pero, mire usted, el famoso editorial (‘No a la mentiras’) del diario ecuatoriano El Universo. Tiene unas exageraciones evidentes y no es exacto. De todas maneras, es una opinión sin información detallada. Yo, sinceramente, creo que llegar a esos niveles de polarización es inconveniente para una sociedad como la latinoamericana.
¿Usted, un hombre de izquierda de toda la vida, cómo se explica la alianza del presidente Chávez con el Régimen castrista de Cuba?
Hay coincidencias ideológicas. Es parte de la realidad del continente. Cuba y Venezuela se han ayudado mutuamente y tienen un programa de cooperación muy grande. Hay muchos cubanos alrededor de las misiones en Venezuela. A su vez, esta proporciona combustibles a Cuba a un precio muy especial.
¿El modelo cubano, de alguna manera, se ha replicado en Venezuela?
No. En Venezuela hay elecciones e instituciones independientes. Creo que es diferente.
¿El castrismo cubano será uno de los primeros damnificados de un eventual revés del chavismo en las urnas?
Hay una relación muy cercana entre los gobiernos de Venezuela y Cuba. Pero es conveniente esperar los resultados de las elecciones. Yo estoy convencido de que el presidente Chávez va a ganar.
¿Cree usted que el resultado del proceso electoral en Venezuela tendrá alguna incidencia en los comicios de febrero en Ecuador?
No lo sé. Cada país toma sus propias decisiones. A veces le damos demasiada trascendencia a lo que sucede en otras naciones.
¿Considera posible que el triunfo de Chávez active más tensiones en Venezuela?
No quiero intervenir en la política interna de nuestros países vecinos. No quiero hacer la de (el ex presidente colombiano, Álvaro) Uribe. Soy de los que respeta la autonomía de cada nación.
¿Cree que existen las garantías de que el proceso electoral en Venezuela será transparente?
Sí. Recuerdo mucho el referendo revocatorio, en el cual trabajaron dos misiones de observación electoral: del Centro Carter y de la Organización de Estados Americanos (OEA).
¿Qué pasó ahí?
Lo cierto que en esa vez, el Centro Carter dijo que había las garantías suficientes en el proceso y que había un resultado que la oposición venezolana no aceptó en su momento.
Nicolás Maduro, Elías Jaua o Diosdado Cabello, señalados como los ‘delfines’ del Comandante bolivariano. ¿Ellos están o no a la altura del máximo líder del chavismo?
Yo he mantenido la posición de no intervenir en la política de nuestros vecinos. Tampoco me gustaría que interviniera alguien de afuera en la política colombiana. Entonces, no puedo calificar a los herederos de Chávez. El candidato es el presidente Chávez.
Como colombiano ¿qué impresión le han merecido los honores que el régimen de Chávez ha rendido a ‘Manuel Marulanda’ o ‘Tirofijo’, el desaparecido líder de la guerrilla de las FARC?
El presidente (de Colombia, Juan Manuel) Santos ha dicho que el Gobierno venezolano ha sido clave en el inicio de la actual negociación de paz.
¿Usted piensa así?
Yo creo que esto es lo importante. En el proceso de paz con el M-19 (donde Antonio Navarro era uno de sus principales líderes, NDLR), la Venezuela gobernada entonces por Carlos Andrés Pérez también nos ayudó. Por alguna razón, la participación venezolana ha sido importante en los procesos de paz de Colombia.
A menudo surge la discusión de si el modelo político de Venezuela es de izquierda o neopopulista. ¿Usted qué opina al respecto?
Creo que es un Presidente que tiene un gobierno de izquierda. La de Venezuela es una entre las muchas expresiones de izquierda que hay ahora especialmente en América del Sur. Hay izquierda en Brasil, Chile, Uruguay, Bolivia, Ecuador… Y todas son expresiones distintas.
¿El socialismo del siglo XXI que surgió en Venezuela es una izquierda extrema?
No. Es un socialismo que respeta la propiedad privada. Es una izquierda que tiene muchos elementos liberales. Es contemporánea con el momento que está viviendo el continente.
¿En qué se distingue la izquierda de Chávez de las demás de América Latina?
América Latina anda en la búsqueda de caminos. No es lo mismo la izquierda venezolana que la brasileña o ecuatoriana.
¿Totalmente diferentes?
Hay un elemento de nacionalismo, que es común. La identidad sudamericana es un elemento destacado de este período. Esa búsqueda de identidad y de un camino para América Latina es algo sin antecedentes.
¿Con cuál de esas izquierdas usted comulga?
Con la colombiana.
¿Cuál es la parte medular de la plataforma de la izquierda colombiana?
La inclusión social, la valoración e importancia del medioambiente y la prevalencia de lo público en una sociedad.