Betty Amores, asambleísta de Alianza País, renunció ayer a continuar como vocal de la Comisión de Fiscalización. Lo hizo como una señal de descontento por la forma en la cual esta instancia ha llevado el juicio en contra del fiscal Washington Pesántez.
Esta legisladora fue una de las cinco vocales que dio su voto porque el proceso político pase al Pleno de la Legislatura. Como se produjo un empate en la Comisión, Amores era partícipe de que la presidenta Silvia Salgado haga valer su voto de dirimencia. No lo hizo, entregándole el caso al titular de la Asamblea, Fernando Cordero, quien ha dicho que por el momento el caso está en suspenso. Es decir, que no puede ser archivado ni enviado al Pleno parlamentario.Amores argumentó que con su renuncia pretende impulsar una reestructuración total de ese organismo parlamentario. Su salida, de hecho, es la primera decisión en firme que se toma en el ala de Alianza País que impulsa el juicio, frente a la inconformidad por este caso. Ayer, María Paula Romo, una de las patrocinadoras de este proceso, confirmó -en una conversación telefónica con Radio Visión- el descontento que hay en la bancada gobiernista. Sin embargo, afirmó que seguirá integrando dicho bloque. “Nosotros seguiremos, pero rebeldes, en decir las cosas con las que no estamos de acuerdo, es decir, las injusticias. También vamos a tratar de reconstruir las condiciones de trabajo conjunto en el movimiento País. Es posible tener diferencias”. Frente a este caso, el asambleísta Paco Moncayo señaló ayer que la Asamblea Nacional funciona “a medias”. Lo dijo en una entrevista concedida a Ecuadoradio. A su juicio, el caso Pesántez solo demuestra que la Constituyente de Montecristi “amarró un esquema mediante el cual se le amputó al Congreso su facultad fiscalizadora”. En ese sentido, habló de la existencia de un sistema tramposo, armado por el Gobierno, en el cual solo 11 legisladores pueden fiscalizar. El legislador -ex Alcalde de Quito- considera que, tal y como están las cosas, sería mejor que “cierren la Asamblea Nacional y que se les revoque el mandato a los legisladores”.Moncayo concluyó que hubo gente que pudo pecar de ingenua al apoyar un proceso político, iniciado en enero del 2007 con la convocatoria para elaborar una nueva Constitución, que no está dando los cambios que el país esperaba.De otro lado, Pesántez, tras inaugurar una nueva oficina de la Fiscalía en Penipe (Chimborazo), volvió a cuestionar a sus detractores en la Asamblea. Específicamente a quienes patrocinan, dentro de la bancada de Alianza País, su moción de censura. Los calificó de “insultadores”.