¿Magnanimidad, cálculo político o preocupación ante la reacción de la opinión pública? El “perdón” del secretario de la Administración Pública, Vinicio Alvarado, a su ex compañera de Gabinete, Mónica Chuji, a más de sorpresivo, dejó en el aire varias interpretaciones.
La ex funcionaria fue condenada el jueves, por el Juzgado 14 de Garantías Penales de Pichincha, en primera instancia, a un año de cárcel y al pago de USD 100 000 por injuria calumniosa.
En un ambiente donde el Gobierno ha sido criticado por el supuesto uso de la justicia para amedrentar a sus opositores y a la prensa independiente, esta acción pudiera ser vista como una estrategia política para aplacar los ataques. Así lo sostienen un líder indígena y dos analistas políticos contactados por este Diario.
La noticia del “perdón” (figura de remisión en el ámbito jurídico) se hizo pública ayer por la mañana durante la rueda de prensa que Alvarado dio en el Salón Azul de Carondelet, en compañía de su abogado, Ernesto Valle.
Recordó cómo las declaraciones que Chuji hizo a EL COMERCIO, el 6 de febrero le afectaron en su vida profesional y familiar. Destacó que su único objetivo era que “brille la verdad y que mi honor y la honra vuelvan al lugar que siempre estuvo”.
Recalcando que Chuji quedó como una injuriadora y que ha sido condenada, dijo que se ha tomado la decisión de perdonarla. “Vamos a remitir la causa y por lo tanto la señora Chuji podrá regresar a su casa y no tendrá que dar un centavo”. La remisión es una figura legal que permite en un juicio de tipo privado, el perdón o indulto de la pena establecida.
Sin embargo, esta acción “bondadosa” fue criticada por la acusada. “Yo había creído que solo Dios perdona. Soy inocente y no tiene nada que perdonarme”.
Para la líder y activista indígena el pronunciamiento de perdón no es más que una estrategia que sirve de escudo, porque la gente ha empezado a preguntarse sobre las empresas de Alvarado.
Contó que la gente ha empezado a expresarse a través de las redes sociales, Facebook y Twitter y “nos dan datos para investigar”, ellos atan los cabos.
El máximo dirigente de la Conaie, Humberto Cholango, quien ha ratificado el respaldo de su organización a lo que llama “una persecución política hacia líderes indígenas”, considera que este perdón podría ser una estrategia mediática pues “la imagen del Gobierno se está deteriorando aceleradamente dentro y fuera del país, al poner juicios por todo lado contra ciudadanos”.
Cholango se refiere a los 203 juicios contra líderes indígenas, a la preocupación de la CIDH por la millonaria sentencia contra El Universo y al juicio por daño moral donde Correa exige USD 10 millones a los periodistas Juan Carlos Calderón y Christian Zurita, autores de ‘El Gran Hermano’.
Históricamente, Alvarado no será el primer funcionario que perdona a un ciudadano. El 5 junio del 2010, el presidente del Directorio de la Corporación Financiera Nacional, Camilo Samán, decidió desistir de continuar el proceso en contra de Emilio Palacio, ex editor de opinión de El Universo, por haber publicado el artículo ‘Camilo el matón’. En ese entonces el juzgado Segundo de Garantías Penales del Guayas sentenció a Palacio a tres años de prisión y al pago de USD 10 000 por costos procesales.
El recurso del perdón también ha sido ensayado por el presidente Rafael Correa, quien durante dos ocasiones ofreció desistir de su querella en contra del diario El Universo si sus directivos pedían disculpas y reconocían que sí hubo injurias en otra columna de Emilio Palacio: ‘No a las mentiras’. El Universo no pidió perdón y el caso se ventila en la Corte Nacional, en la etapa de casación.
Este discurso del indulto y la magnanimidad preocupa al analista político Francisco Rocha. Él considera que el Gobierno se dio cuenta de que no puede seguir en la línea de sembrar el temor entre los ecuatorianos para que ellos no tengan una voz discrepante. “Es peligroso que el Gobierno crea que pueda ser benevolente, pues eso no es ser demócrata. Un demócrata respeta los organismos y la autoridad. El benevolente es el autócrata, el monarca quien cree que está sobre el bien y el mal”.
Para Rocha, la real intención del Gobierno es demostrar que se puede juzgar y sentenciar a un ciudadano y luego perdonarlo. El mensaje es que “tengan cuidado, por ahora les perdono pero no vuelvan a meterse con nosotros”.
Precisamente, Alvarado -luego de anunciar el perdón a Chuji- advirtió que no soportará“ ni una insinuación más en la calle; yo sabré defender mi honor”. El funcionario descartó que su decisión esté vinculada al Gobierno y, ante otros posibles indultos, dijo que “cada caso debe ser analizado independientemente”.
La catedrática universitaria Patricia de la Torre cree que el anuncio de Alvarado puede ser una táctica política en la cual el Gobierno aplica la ley para demostrar quién tiene el poder y luego mostrarse magnánimo.
Las acciones
El abogado de Vinicio Alvarado, Ernesto Valle, dijo que remitirán la figura de remisión al juez Wilson Lozada, para que deje sin efecto la sentencia.
Julio César Trujillo, abogado de Chuji, presentó a las 16:00 el recurso de nulidad y la apelación de todo el proceso. Dijo que una vez emitida la sentencia ya nada puede modificarse y que solo un Tribunal podrá pronunciarse.