El secretario Nacional de Comunicación aseguró ayer que el embargo realizado a la revista Vanguardia solamente responde a una deuda que el medio impreso mantiene con el Fideicomiso estatal No Más Impunidad.
La decisión judicial se tomó porque supuestamente la revista no ha pagado el arriendo de la casa en la que funciona. Este local perteneció a Alejandro Peñafiel, ex propietario del Banco de Préstamos. Y ahora está en manos del Estado.
Alvarado sostuvo que en las acciones ejecutadas por el fideicomiso no existe ninguna influencia política del Gobierno y menos aún, un atentado contra la libertad de prensa, según informó el periódico oficial El Ciudadano.
“Es una verguenza no pagar alquiler ¡por favor! Si no tienen dinero para pagar alquiler, entonces cierren el negocio”, dijo Alvarado, según El Ciudadano
Esta declaración surgió en respuesta a las acusaciones de los directivos de Vanguardia y de sectores de oposición, que afirman que se les trata de callar, por su trabajo periodístico.
A Andrés Crespo, presidente Ejecutivo de la revista, le “resultó extraño”, que el Fideicomiso, en lugar de cobrar las deudas con los banqueros se dedique a cobrar un arriendo.
Por ahora, Vanguardia pide que se cumpla la orden judicial de que se copie y se les entregue los datos de los discos duros de sus computadoras.
Esto debía realizarse el miércoles , pero el depositario judicial Paúl Cabezas no recibió la notificación. Ayer, se volvió a enviar la orden.